La 'aventura' de los carreteros para llegar hasta El Escorial en la XXI Ruta Carreteril
Del 6 al 8 de marzo, la Cabaña Real de Carreteros se desplazó a Madrid para desarrollar la vigésimoprimera Ruta Carreteril que, dividida en tres etapas, transcurrió por la denominada Senda de las Merinas por donde en su día transitaron las carretas tiradas por vacas serranas. Con esta ruta culminan los diferentes actos llevados a cabo desde el mes de diciembre coincidiendo con la Cumbre del Clima y que pretende difundir la cultura forestal en la capital de España.“
El jueves 5 de marzo acudieron al mediodía a la plaza Jacinto Benavente de Madrid, un grupo de gente implicada con al zona pinariega
En un principio la primera etapa iba a partir del centro de Madrid, de la plaza Jacinto Benavente, donde
ha permanecido durante este tiempo la talla creada por Humberto Abad, pero el Ayuntamiento de Madrid prohibió el paso de las carretas basándose en la nueva Ordenanza de Movilidad contraviniendo el privilegio otorgado por Felipe II bajo pena de 20.000 maravedíes y que los Carreteros estaban dispuestos a 'exigir', aunque fuera de forma simbólica.
Ante la imposibilidad de transitar por Madrid el día 5 se aprovechó para grabar el programa ‘Aquí
la Tierra’ de TVE, cuyo equipo consiguió crear un logrado reportaje.
El viernes 6 la Ruta carreteril trascurrió entre Villanueva del Pardillo y Galapagar, con una distancia de 15km.
A su llegada a Galapagar el Ayuntamiento, con su Alcalde al frente, se volcó con los carreteros haciéndoles
olvidar el disgusto de la jornada anterior y el mal estado de las vías pecuarias de las urbanizaciones y M40. Por suerte las cañadas a partir de ese punto son extraordinarias y trascurren por dehesas de encinas hasta El Escorial.
El sábado 7 la ruta se desarrolló entre Galapagar y el Escorial de 14 km. y el domingo entre el Escorial
y San Lorenzo los 2km restantes. Ambos Ayuntamientos facilitaron mucho las cosas a los carreteros
haciéndoles la estancia muy agradable. El Delegado de Patrimonio gestionó la entrada gratuita
al Monasterio y el padre Hilario Conde, natural de Quintanar de la Sierra, les enseñó el Monasterio y
las grandes galerías con techos de madera que se mantienen en perfecto
estado. Una gran sorpresa fue encontrar sobre el cabecero de la cama de Carlos IV, un cuadro con
una escena de la carretería. Cabe resaltar que fue ese mismo rey el que otorgó la Carta Real de Canicosa
y Navaleno por la que, en estos pueblos, tienen Suerte de Pinos.
Fotos: Cabaña Real de Carreteros.