La noticia se publicaba el 30 de septiembre de 1984 'El Gobierno aprueba el cierre del ferrocarril Santander-Mediterráneo'.
El Consejo de Ministros en aquel domingo de un recien estrenado otoño, y reunido con carácter extraordinario, daba el visto bueno, al cierre de la línea Cidad DosanteCaminreal, de 434 kilómetros, del ferrocarril Santander-Mediterráneo, con efectos de 1 de enero de 1985, y fue precisamente en esa fecha cuando entró en vigor.Hace ahora cuarenta años.
La fatídica decisión se basaba en los baremos de líneas férreas deficitarias establecido en el ContratoPrograma 84 del Estado con Renfe. Pese a la decisión del cierre del ferrocarril Santander-Mediterráneo, y que afectaba a todos sus tramos, los ocho kilómetros del trazado de Burgos a Villalonquéjar se consideraban con posibilades de mantener tráfico de mercancías.
En auella aprobación nefasta, se consideraba que la supresión de los servicios no llevaría implícito el levantamiento de las vías e infraestructuras anejas, en previsión de futuros desarrollos agrícolas e industriales, de nuevas ordenaciones del territorio o de las necesidades de la defensa nacional.
Poco después de conocerse la decisión, cerca de 3.000 personas se manifestaron en Burgos contra el cierre del Santander-Mediterráneo, convocadas por el Ayuntamiento y la Diputación, y con el apoyo de pueblos burgaleses atravesados por esta linea, junto a instituciones de Cantabria y Aragón.
LA POLÉMICA DEL CONTRATO PROGRAMA
El Contrato-Programa de 1984-1986, como nos rrecuerdan numerosas crónicas, no estuvo exento de polémica, ya que supuso el famoso cerrojazo de 1985. Dentro del estudio realizado se obtuvo que cerca de 3065 km de líneas eran deficitarias, principalmente debido al mal estado del material, la vía y el trazado, lo que suponía baja competitividad frente a la carretera. Además, el 65% del tráfico ferroviario se concentraba en tan sólo 5000 km de la red, y un 20% de la red únicamente transportaba al 2% de los viajeros, según datos recogidos en esas fechas.
El balance final fue la clausura total a viajeros y mercancías en 918 km, si bien muchos trayectos ya se realizaban en autobús desde hacía años; suspensión del servicio de viajeros en 644 km, pero no el de mercancías; a lo que se sumaron otros 297 km que no tenían servicio de viajeros y mantuvieron el de mercancías. Afortunadamente 1208 km de líneas que estaban en el punto de mira se salvaron del cierre gracias a los acuerdos con las comunidades autónomas u otros motivos.