La Asociación de Pesca Pinares colabora para la recuperación de la trucha común en ríos de la comarca
En un trabajo acometido en el Coto de Pesca de Covaleda y el río Revinuesa por agentes medioambientales y técnicos de la Junta de Castilla y León
La Asociación de Pesca Pinares ha venido colaborando en estas semanas con las labores de muestreo que se realizan en ríos de la comarca por parte de la Junta de Castilla y León para ayudar a recuperar especies piscícolas autónomas, como la trucha común, según confirma Luis Alberto Simón, uno de los colaboradores en la actividad.
Agentes forestales, técnicos e integrantes de la asociación estuvieron realizando los trabajos en el río Duero, dentro del coto de pesca de Covaleda, en tramos del trayecto comprendido entre El Puente de Soria y Puente de Arroyo Mojón. Unos días después, el grupo estuvo operando en las aguas del Río Revinuesa, en el término visontino.
Durante la operación, los agentes medioambientales capturan las truchas, las miden y pesan, y se devuelven al enclave de donde se han sacado. Además de trucha, también se actúa en el piscardo, gobio y cangrejo señal.
Las labores de muestreo de las poblaciones piscícolas permiten realizar un censo sobre estas especies piscícolas y detectar posibles fluctuaciones debidas a las condiciones ambientales. El seguimiento contribuye a proteger la fauna y a un aprovechamiento planificado, ordenado y sostenible de los recursos pesqueros. La Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León declara la trucha común especie de interés preferente por su importancia ecológica y recreativa.
Los técnicos están convencidos de que la trucha de ríos como los de Pinares, u otros de Castilla y León, son “un auténtico fósil viviente, capaz de superar periodos geológicos desfavorables y adversidades ambientales, distribuyéndose en las aguas de una manera amplia, con el compromiso de administraciones y usuarios”, según uno de los especialistas en la fauna de los cauces fluviales.
PESIMISMO EN DELIBES
“Llevo más de medio siglo pateando asiduamente los ríos trucheros castellanos y leoneses y no veo motivos para ser optimista, sino más bien todo lo contrario”, afirmaba el biólogo Juan Delibes, en la jornada gastrosalvaje organizada en Huerta de Abajo en el marco de los actos de la última edición del Demandafolk. Delibes augura el fin de la trucha en la zona en un marco de unos cuarenta años, y teme que unas décadas más a esa fecha desaparezca la trucha común de la península ibérica.
La demanda de agua, debido a la sequía, está creciendo de forma considerable, y el caudal de los ríos ha mermado respecto a hace unos años. La contaminación es ahora más agresiva y letal para las truchas, aunque también se observa en algunos tramos que la obligación de depurar los vertidos de grandes municipios ha conseguido que las aguas trucheras se hayan extendido a muchas zonas bajas de ríos que antes se hallaban excesivamente contaminadas. También se ha beneficiado a los tramos de zonas situadas aguas debajo de los embalses.