Vecinos de Hacinas en sus paseos, acostumbrados a ver la estructura mineral de los árboles fósiles, han descubierto indicios de yacimientos de xilópalos (troncos de árboles fósiles, improntas o moldes de árboles fósiles y pequeños restos de árboles fósiles) por todo su término municipal que está regado de pequeñas “astillas” de árboles petrificados. Lo que acontece en esta localidad podemos extenderlo a Castrillo de la Reina, Salas de los infantes ...
Muchos de los vecinos de Castrillo de la Reina han recogido muestras de árboles fósiles y las mantienen en sus viviendas. Especial relevancia tienen los restos de madera fósil recogidos en su día por Agustín Aragón y su hijo Marti.
Por todo el subsuelo del Alto Arlanza se extiende todo un bosque petrificado. Raro es el pueblo que no tenga sus xilópalos, unos que afloran y otros, ocultos bajo tierra. La agricultura, unas veces, y otras su meteorización ha hecho que trozos y esquirlas de los mismos aparezcan en fincas de labor, montes... en fachadas y setos de huertos... Se ha dado el caso que en las excavaciones de dos polígonos industriales aparecieron árboles fósiles y para no retardar las obras, que supondría el declararlos a la administración de Castilla y León como Bienes de Interés Cultural, los demolieron, los enterraron y cubrieron con una capa de hormigón.
A los cuatro árboles fósiles señalados de Hacinas en la primera parte del artículo del Bosque Petrificado habrá que añadir otros supuestos 7 troncos de árboles fósiles que se encuentran enterrados a la espera de lo que decidan las autoridades sobre su descubrimiento y protección.
Otros no se fosilizaron totalmente, pero dejaron sus moldes o improntas en la roca arenisca. Son estos los huecos que dejaron en la arena que se compactó y transformó en roca. Señalaremos al respecto dos por su importancia: el de Cabeza Majada (a 4 km. del pueblo) con una sección elíptica de 37x25 cm y una longitud de 2,65 m se caracteriza por las estrías de la corteza cinceladas en la roca; y el de la Cueva de los Moros de 8 m de longitud y de 70 cm de diámetro medio, enclavado en el mismo casco urbano en la peña que sirve de base al castillo.
En Castrillo de la Reina a los árboles fósiles de Matalaguna y del Museo Arqueológico de Burgos les sigue en importancia el que se encuentra en la oquedad a ras de suelo de una peña en la Dehesa. A metro y medio de la boca se ubica un árbol fósil en su interior con un diámetro aproximado de 1 metro. Se desconoce su longitud. En el barrido que han realizado los castrillenses han recogido más variedad de fósiles como cicas...
En el pueblo de Carazo, al borde de la calcárea Peña Carazo, frente a la ermita del Sol, en la cresta de dos cárcavas aparecen muy meteorizados unos escasos restos de un árbol fosilizado. Destaca el color ferruginoso del mismo.
En una calle de Cabezón de la Sierra se han reconstruido dos troncos de árboles fosilizados muy meteorizados recogidos en la zona próxima a Santiuste, ledanía con Hacinas.
A la subida de la iglesia de Santa María de Salas de los Infantes, junto a las tumbas medievales de Aguamediano, se han depositado dos trozos de troncos de árboles fósiles sin ningún tipo de información. En el borde del camino de La Ballesta aflora un árbol fósil rojizo muy cuarteado. En el Museo de los Dinosaurios se depositaron fragmentos de árboles fósiles, helechos, palmeras enanas, benetitales, cícadas...
En un peñón de arenisca del barranco de la Clara de Canicosa de la Sierra se incrusta un árbol fósil en una oquedad a 50 cm de profundidad. En los laterales de misma se muestran las improntas de las estrías de la corteza sobre la roca. Se puede intuir tras su observación que todo el tronco no se fosilizó.
Al pie de carretera de Regumiel de la Sierra se encuentra la Peña del Agujero. Es una clara impronta de un árbol fósil con un desarrollo de cinco metros, casi paralelo al suelo, con dos bocas. En la misma peña aparecen otras de reducido tamaño. En la peña sobre la que se yergue su iglesia parroquial una aparente cueva circular. Es el hueco dejado por un extraordinario árbol fósil de 14 metros de longitud.
En la parte superior de la pared de un huerto de Castrovido, frente a la iglesia, se ancló con cemento un trozo de 25 cm de árbol fósil. En su término existen posiblemente varios yacimientos.
En el casco urbano de Palacios de la Sierra se han colocado sendos trozos de árboles fósiles frente a dos viviendas. Uno de ellos aparece en la esquina, quizás, como protección de la misma frente a los vehículos. En la limpieza de un cortafuego en las faldas de la Campiña aparecieron pequeñas “astillas” de árbol fósil, pero en el extremo sur de su término municipal también se pueden recoger más muestras.
Al pie de la ermita de La Guía de Quintanar de la Sierra se encontró en su día un trozo de árbol fósil junto con materiales de relleno. En el arroyo que corre por el barranco de Peñas Corvillas, frente a las tenadas de la Ponderosa, el agua cubre un árbol fósil semienterrado.
Se tiene conocimiento que en Moncalvillo de la Sierra se han descubierto al menos dos árboles fósiles. Según Diario de Burgos, un vecino de Hontoria del Pinar entregó a la Dirección Técnica del Parque Natural del Cañón de Río Lobos siete fragmentos de árboles fósiles, encontrados en sus paseos por el monte a lo largo de años, todos ellos dentro del término municipal.
