Se busca abastecedor para ‘La Sociedad’ de Duruelo
Uno de los establecimientos más emblemáticos de la localidad de Duruelo de la Sierra busca nuevo abastecedor. Se trata del Círculo Recreativo Picos de Urbión, popularmente conocido como bar ‘La Sociedad’ ubicado en plena Plaza Mayor y que este mes de octubre pretende arrancar una nueva etapa con una nueva dirección del establecimiento, creando así una nueva oportunidad de negocio en la comarca.
Desde la Junta Directiva de este local se pone en conocimiento este anuncio para todo aquel interesado en presentar oferta económica al respecto pueda hacerlo según pliego de condiciones que se puede solicitar a la propia Junta Directiva o llamando antes del 30 de septiembre a los teléfonos 610837931 / 657854170 / 606274096.
UN LUGAR CON HISTORIA
El bar Circulo Recreativo Picos de Urbión, conocido popularmente como ‘La Sociedad’ cuenta con una historia muy importante a sus espaldas.
Antiguamente en este mismo lugar se encontraban las antiguas escuelas de Duruelo que el pasado 1 de septiembre hubieran cumplido 115 años. No fue hasta mediados de los años 60 cuando dejaron de usarse y se construyó el bar tay y como ahora lo conocemos.
Pero recordando el antiguo edificio de las escuelas se encuentran documentos en los que se puede asegurar que su inauguración fue todo un hito para el pueblo, un momento importante, visto en aquellos días como un gran paso a favor del desarrollo del municipio.
Cientos de personalidades se reunieron para la bendición del edificio. Su localización: el centro neurálgico del pueblo y que como tantos otros, separó a hombres de mujeres a través de puertas distintas.
“Una construcción única, con nuevos locales con más luz, mayor higiene y ventilación” explicaban en su inauguración junto al alcalde, Eduardo Martín, otros alcaldes de las localidades vecinas de Covaleda, Salduero o Molinos de Duero y por supuesto Don Nicolás Asenjo, una de las figuras más importantes del momento en Duruelo por la donación de material para la construcción de este colegio, hecho que le hizo merecedor décadas más tarde de una calle en su nombre y un reconocimiento que perdura hasta nuestros días, también en forma de placas en su memoria colocadas a día de hoy en el exterior de la fachada derecha del bar La Sociedad.