GREFA pide a los responsables noruegos el regreso de 'Brínzola', la hembra de buitre negro
"Brínzola", la famosa hembra de buitre negro de nuestro Proyecto Monachus que en 2019 cruzó Europa, sobrevive actualmente en Noruega compensando las pocas horas de luz de esas latitudes con cierta actividad nocturna. Pero a medida que avanza el invierno y se agota la batería de su emisor, su supervivencia preocupa cada vez más al Grupo de Recuperación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) por lo que desde la formación han propuesto a las autoridades noruegas "capturarlo para devolverlo al punto de la Sierra de la Demanda donde fue liberado".
A mediados del pasado mayo, tras más de 3.000 kilómetros recorridos desde el lugar donde se liberó a Brínzola en la Sierra de la Demanda, el animal cruzó la frontera de Suecia con Noruega, adentrándose cada vez más en este país, donde ha quedado asentada desde entonces.
En noviembre, Brínzola fue fotografiada de nuevo por un colaborador cuando se encontraba descansando sobre la copa de un árbol en una zona bastante poblada. Han pasado más de ocho meses desde el inicio de su incursión hacia el norte de Europa e increíblemente "Brínzola" ha logrado sobrevivir pese a la ausencia de otros buitres y de puntos de alimentación para aves necrófagas.
Tras haberse establecido en una zona del centro de Noruega, realizó su primera incursión hacia los fiordos el 9 de julio de 2019. Desde entonces sus vuelos exploratorios hacia el sur del país se volvieron cada vez más amplios y frecuentes.
El 13 de septiembre cruzó a Suecia y comenzó a moverse hacia el sur. Todo parecía apuntar a que por fin se disponía a iniciar un posible viaje de vuelta. Sin embargo, tomó la ruta equivocada, virando hacia el oeste al norte de Oslo, para toparse finalmente con la costa del suroeste de Noruega, que le llevó a una especie de callejón sin salida que podría haber esquivado en caso de haberse desviado unos pocos kilómetros hacia el este.
El pasado 17 de noviembre un colaborador anónimo se desplazó hasta el lugar y logró localizarla, deleitándonos con unas preciosas fotos cuya cesión agradecemos enormemente desde GREFA. Este colaborador pudo desplazarse a los lugares donde "Brínzola" parecía haber estado comiendo, confirmándonos que se estaba alimentando de cadáveres de ganado doméstico y en un basurero de una granja. Pero por estas fechas los días se acortan, el tiempo empeora y la batería de su emisor no para de bajar.
"Winter is coming"
Es posible que "Brínzola" pueda sobrevivir al invierno e incluso encontrar el camino de vuelta, pero si su GPS deja de emitir "no volveremos a saber de ella y por lo tanto nunca conoceremos el desenlace de esta migración inédita",comentan desde GREFA.. El acelerómetro de su emisor nos indica que desde el 31 de octubre "Brínzola" ha variado el patrón que se considera "normal", con picos de actividad durante el día y reposo por la noche, a otro representado por una actividad continuada a lo largo de las 24 horas del día como adaptación a las pocas horas de luz.
Por estas circunstancias, en el mes de noviembre, desde el Grupo en contacto con el Ministerio de Clima y Medio Ambiente de Noruega para plantearles la posibilidad de capturar a "Brínzola" y devolverla a la Sierra de la Demanda, donde fue liberado en 2018. "Estamos a la espera de una respuesta del Gobierno noruego con la que trazar el plan para traer a "Brínzola" de vuelta a casa, donde se reencontraría con el macho de buitre negro "Batman", su expareja, que sí se ha fijado en la incipiente colonia reproductora de buitre negro que desde el Proyecto Monachus estamos intentando crear en la Sierra de la Demanda".
Pese a estas circunstancias un tanto preocupantes, la realidad es que de momento "Brínzola" se encuentra en buen estado. Prueba de ello es que sigue desplazándose y encontrando alimento suficiente como para sobrevivir. Ahora se acercan los meses más duros y determinantes para el futuro de esta hembra de buitre negro que tanto ha cautivado a los amantes de la naturaleza de toda Europa.