La Junta adjudica los trabajos de documentación de los restos del Monasterio en Espeja de San Marcelino
El estudio, junto al de la necrópolis del castillo de Muriel de la Fuente, con una inversión de más de 33.000 euros, se enmarca en la actividad preventiva desarrollada por la Consejería de Cultura y Turismo para la salvaguarda del patrimonio cultural provincial
La Junta de Castilla y León ha adjudicado una serie de estudios y trabajos de documentación sobre la necrópolis del castillo del Muriel de la Fuente y los restos del monasterio de San Jerónimo, en Espeja de San Marcelino, dentro de las actuaciones preventivas que, a través del Servicio Territorial de Cultura, se llevan a cabo para la salvaguarda del patrimonio cultural provincial, documentando yacimientos arqueológicos con grave riesgo de pérdida.
Cofinanciados por los Fondos FEDER, estos trabajos, que se plantean en función de las competencias de la Comunidad relativas al acrecentamiento y difusión del patrimonio cultural, han sido adjudicados por un importe total de 33.050,95 euros. El plan de investigación, conservación y difusión en materia de arqueología tiene entre sus líneas de actuación la denominada ‘arqueología preventiva’ y la conservación de yacimientos arqueológicos, apoyando actuaciones de protección e investigación.
Necrópolis del castillo en Muriel de la Fuente
La presencia de restos funerarios alrededor de la ermita de Nuestra Señora de El Valle se dio a conocer por Madoz (1845) y Blasco (1909), quienes hicieron referencia a la existencia de sepulturas y restos óseos en diversos puntos. En marzo de 1985, con motivo de la extracción de tierras del Cerro del Castillo para la construcción de caminos, la maquinaria destruyó un área estimada de unos 135 metros cuadrados del cementerio medieval. Con el fin de evaluar los daños causados se realizó una excavación arqueológica, bajo la dirección técnica de Carlos de la Casa, en la que se limpiaron cinco tumbas y se excavaron tres más. La zona del cementerio documentada se dató entre los siglos XII al XV por la presencia de tres monedas en contexto arqueológico, dos dineros de vellón de Alfonso I el Batallador y una blanca de vellón de Enrique III. Las tumbas son de lajas regulares con piedras coberteras y en algunos casos orejeras, están orientadas de oeste a este y existe superposición de enterramientos así como una fuerte reutilización.
A lo largo de los años, el corte originado por las antiguas extracciones se ha ido derrumbando, dejando al descubierto siete sepulturas de lajas seccionadas, cuyo progresivo proceso de degradación está ocasionando su pérdida irremediable además de una pésima imagen.
El objetivo de los trabajos que se emprenden ahora, adjudicados a la empresa Areco por un importe de 15.118,95 euros, es la documentación de la parte seccionada de la necrópolis, así como el tratamiento de la ladera, y conllevan las siguientes actuaciones: la preparación del terreno en niveles arqueológicamente estériles, la excavación, documentación y extracción de los restos de las siete inhumaciones que se aprecian en los cortes para su contextualización arqueológica, así como el tratamiento final del talud, protegiendo los restos que puedan permanecer de la necrópolis.
Restos del monasterio de San Jerónimo de Espeja de San Marcelino
Este cenobio fue fundado en 1402 por el obispo de Osma D. Pedro Fernández de Frías, alrededor de la ermita de Santa Águeda. Además de la iglesia, contó con dos claustros de doble arquería, celdas para los monjes, graneros, corrales y una huerta en una superficie de explotación de 25 hectáreas.
Tras la desamortización, el edificio se abandonó. Las dependencias monásticas se fueron arruinando y la iglesia se mantuvo en pie hasta el final de la Guerra Civil, cuando fue demolida, conservándose en la actualidad tan sólo el muro oeste y parte de la cerca que rodeaba las dependencias monásticas. Algunos de los bienes muebles fueron llevados a las iglesias del entorno y el excepcional sepulcro renacentista de D. Diego de Avellaneda se depositó en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
Los restos se han visto sometidos a expolio y corren riesgo de pérdida, por ello el objetivo del trabajo, adjudicado a Marisol Encinas por un importe de 17.932 euros, es llevar a cabo una documentación global. Se van a llevar a cabo las siguientes actuaciones: búsqueda de documentación archivística, bibliográfica y fotográfica, localización para Inventario de los Bienes Muebles pertenecientes al monasterio, realización de un levantamiento topográfico de los restos existentes, realización de una prospección superficial de las 25 hectáreas de la explotación y entorno inmediato, con realización de sondeos comprobatorios en su caso, y la valoración monumental y arqueológica de los restos y su estado de conservación y planteamiento de propuestas de futuro.