Nacen nuevos buitres negros por segundo año consecutivo en la Sierra de la Demanda
El nacimiento de buitres negros en 2020 y 2021 en el extenso ámbito del Sistema Ibérico es algo que no ocurría desde hace más de medio siglo. Este año han nacido siete ejemplares en la parte burgalesa como riojana de la Sierra de la Demanda, de los que han sobrevivido dos.
Siete pollos de buitre negro han nacido en 2021 en la Sierra de la Demanda, de los cuales han logrado sobrevivir dos. Ambos ejemplares ya han sido equipados con emisores GPS para poder seguir con detalle sus movimientos cuando abandonen el nido. Fue en 2020 cuando se produjo la primera reproducción en décadas de esta especie amenazada en la zona, aunque los dos pollos que nacieron el año pasado no lograron salir adelante.
Los nuevos nacimientos de 2021 son todo un hito en el proceso de consolidación de la primera colonia reproductora de buitre negro en tiempos recientes en el extenso ámbito geográfico del Sistema Ibérico, donde esta rapaz necrófaga no criaba desde hace más de medio siglo.
El buitre negro está incluido con la categoría de “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Los dos pollos que han nacido este año confirman el éxito de las reintroducciones de buitre negro que se iniciaron en 2017 en la Sierra de la Demanda, a iniciativa de la asociación conservacionista GREFA, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, el Gobierno de la Rioja y ayuntamientos de la zona como Huerta de Arriba y Tolbaños de Arriba, ambos en la provincia de Burgos.
El trabajo de GREFA destinado a la recuperación del buitre negro se canaliza a través del Proyecto Monachus, bajo cuya cobertura se han liberado en los últimos cuatro años más de medio centenar de buitres negros en la Sierra de la Demanda. Estas liberaciones han permitido que se hayan formado a fecha de hoy casi veinte parejas de la especie con posibilidades de reproducirse, de las cuales nueve llegaron a hacer su puesta en la temporada reproductora de 2021. De esos nueve huevos -las puestas de los buitres negros están compuestas de un solo huevo por cada pareja reproductora- llegaron a nacer siete pollos.
La gran mayoría de estos pollos tenían sus nidos en varios términos municipales de la provincia de Burgos, salvo uno que se ubicaba en territorio riojano. Este dato es de gran importancia, ya que aunque el buitre negro nacido en 2021 en La Rioja no ha logrado sobrevivir, se trata de la primera vez que se tiene constancia de la reproducción de la especie en esta comunidad autónoma.
Reciente marcaje con GPS
Debido sobre todo a la inexperiencia de los progenitores y a inclemencias climáticas, de los siete buitres negros nacidos en la Sierra de la Demanda en 2021 solo dos sobreviven actualmente, ambos con sus respectivos nidos en la provincia de Burgos, uno en el término municipal de Huerta de Arriba y otro en el de Tolbaños de Arriba. De las dos parejas que han criado estos pollos, una está formada por un progenitor liberado en la Sierra de la Demanda y por otro exógeno –procedente de otra colonia de la especie- y la otra por dos miembros exógenos.
“Que buitres negros de otras colonias, atraídos por los ejemplares que hemos reintroducido, críen en La Demanda es un buen indicio de la importancia del Proyecto Monachus para conectar las diferentes poblaciones de buitre negro existentes en la Península Ibérica”, indica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Cuando los dos pollos que han salido adelante contaban con unos ochenta días de vida, fueron marcados con emisores GPS y anillas identificativas, para poder reconocerles individualmente y seguir sus movimientos cuando abandonen el nido. Estos marcajes se llevaron a cabo con el apoyo técnico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
"Pocas satisfacciones hay tan grandes para los que nos dedicamos a defender y recuperar la biodiversidad como que vuelva a criar una especie amenazada en una zona donde estaba extinguida, como está pasando con el buitre negro en la Sierra de la Demanda", explica Álvarez.
La colaboración de la Junta de Castilla y León, que se remonta a 2017, y más recientemente del Gobierno de la Rioja, ha permitido el trabajo conjunto en favor del buitre negro en la Sierra de la Demanda con Agentes Medioambientales, Celadores de Medio Ambiente y Agentes Forestales de ambas comunidades autónomas, sobre todo con los equipos especializados en trabajos de altura. También ha dado su apoyo la Fundación Biodiversidad del Miteco, así como las compañías Red Eléctrica de España y EDPR.
Siete pollos a punto de volar en 2021 en Pirineos
El Proyecto Monachus busca conectar las grandes colonias de buitre negro del centro y el sur de la Península Ibérica con las que se están creando en Francia y otros países. Para lograrlo no solo actúa en la Sierra de la Demanda. Buena muestra de ello son las liberaciones de buitre negro emprendidas en colaboración con otras entidades hace más de diez años en el Pirineo catalán (Boumort), donde ha nacido medio centenar de buitres negros desde que comenzó el proyecto.
En 2021 quince parejas de esta colonia pirenaica llegaron a hacer su puesta de un huevo, siendo finalmente siete las que han logrado sacar adelante con éxito otros tantos pollos, los cuales se prevé que en breve echen a volar y abandonen el nido.
"Una importante aportación de estos proyectos es que la gente de las zonas donde reintroducimos buitres negros se empieza a dar cuenta de que las aves necrófagas o carroñeras prestan un importante servicio en los ecosistemas al limpiar el campo de cadáveres de animales, impidiendo así la propagación de enfermedades entre la fauna salvaje, la ganadería e incluso sobre la población humana", recuerda Álvarez.
Trayectoria de cuarenta años
En 2021 GREFA cumple cuarenta años de actividad ininterrumpida en defensa de la biodiversidad, habiendo logrado en todo este tiempo, desde su hospital de fauna salvaje radicado en Majadahonda (Madrid), la rehabilitación y devolución al medio natural de miles de animales víctimas de las más diversas amenazas. La liberación de toda esta fauna rehabilitada por GREFA, junto con otras acciones como la cría en cautividad, ha permitido la recuperación en numerosos puntos de España y Europa de especies emblemáticas y amenazadas como el buitre negro.