La Ronda regresa a Duruelo, sones silenciados por la pandemia

Tras dos años vuelve a salir a la calle una de las tradiciones más arraigadas de esta población y para cuya celebración se pide desde hace tiempo la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional

Muchas ganas hay en Duruelo de volver a escuchar una de las melodías más arraigadas: la que interpretan laúdes, bandurrias y guitarras que, al unísono, ponen la base a unas coplas de Jota que desde tiempos inmemoriales forman parte imprescindible de las fiestas de esta localidad, que se vivirían este 1 de marzo. Se trata de La Ronda donde todos los mozos durolenses encabezados por los músicos, realizan un recorrido por las calles del municipio entonando coplillas en las que se cuentan  vivencias acontecidas en la propia localidad.

El grupo de la rondalla lo forman una veintena de vecinos de todas las edades que, implicados con las tradiciones de su pueblo, consiguen cada año sacar La Ronda y dar el ‘do de pecho’ para que no se pierda esta tradición. Aún así, desde la propia agrupación de músicos durolenses animan a que más gente se implique en aprender a cantarlas y a tocar esta ronda para así evitar que el paso del tiempo pueda dejarla en el olvido.

“Las nuevas generaciones tienen que implicarse más, para que la ronda siga teniendo el día de mañana un relevo. En los últimos años, varios de los integrantes más mayores por desgracia nos han dejado y en su honor tenemos que continuar transmitiendo nuestro folclore popular a los más jóvenes para que no se pierda”, señalan varios de los integrantes de La Ronda, apuntando que este Carnaval contará con una baja muy importante, “la voz de la Ronda, Ernesto Pascual, la persona que mejor sabe cantarla, no podrá venir por motivos personales. Este año le echaremos mucho en falta porque es una pieza clave”, afirman.

LOS MAYORALES

Junto con los músicos, -que son como ya hemos dicho los que encabezan este grupo por las calles de Duruelo-, están todos los mozos liderados por los ‘mayorales’, dos jóvenes de 28 años -este año César Hernando y Jonatan Vicente-, y los conocidos como ‘motriles’, todos los quintos de 18 años, este año nueve jóvenes. Los mayorales se encargan de organizar esta fiesta del Carnaval y los motriles son sus ayudantes. 

Mayorales de este año

En el transcurso de La Ronda, los mozos intentan realizar sus últimas fechorías antes de que se acabe el festejo y salen y entran del grupo en numerosas ocasiones para tentar a mayorales y motriles, que con las varas y cintos lidian por controlar que el desorden no se haga protagonista del momento. Se desconoce verdaderamente el origen de este festejo durolense, pero recuerda a otros muchos en los que la característica común es la de representar por un lado un cierto descontrol y por otro una figura -la del mayoral- que pretende todo lo contrario: el orden y la obediencia.

GRAN HOMENAJE

Tras la Ronda, los mozos de la localidad se juntan para comer en el salón del Ayuntamiento donde disfrutarán del tradicional ‘Ajo Carretero’ que desde primera hora de la mañana ha estado cocinándose al refugio del frontón de la plaza. Este año será muy conmovedor, ya que una de las personas clave en la elaboración de este plato falleció recientemente. Se trata de ‘El Gallego’, al cual los mozos le harán un homenaje por tantos años al servicio de esta fiesta y de la cultura durolense. El homenaje será minutos antes del comienzo de La Ronda, a las dos de la tarde en la plaza.

El Gallego, a la izquierda, será homenajeado a título póstumo.

PEDIR LA VACA FLACA

La tarde dará paso a la ‘Vaca Flaca’ o lo que es lo mismo, los niños y niñas de Duruelo disfrazados pidiendo casa por casa dinero o alimentos para la merienda de esa misma tarde y la de ‘Piñata’, la fiesta del sábado siguiente. Después, música en el salón del Ayuntamiento y concurso de disfraces.

Para todo este día, el Ayuntamiento de Duruelo ha solicitado en dos ocasiones la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, tras la negativa por parte de la Administración en un primer intento en 2017 y una segunda todavía en curso donde se preparó una memoria mucho más extensa con mayor documentación histórica, confiando en que esta vez sí se dé el visto bueno a esta tradición única.