Uctaso se disuelve y se deja vislumbrar el “declive del sistema cooperativista”
Muchos de los pueblos que conforman esta zona fueron pioneros hace más de medio siglo en la creación de cooperativas madereras, poniéndose en cabeza del ejemplo de que el mundo rural puede llegar alto con buenos proyectos. Duruelo, Navaleno o Covaleda, son algunos de estos lugares, y en la buena trayectoria de sus empresas en sus comienzos mucho tuvo que ver una asociación que hace escasos días anunciaba su disolución, dando muestra de que el sistema cooperativista ya no es lo que era hace medio siglo. Se trata de la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de Soria (Uctaso) que decía adiós a más de treinta años de dedicación y apuesta por una de las fórmulas empresariales más es-cogidas por los pinariegos y que ahora presenta una cuestión importante: “¿se encuentra el cooperativismo en declive y de capa caída?”
SUS INICIOS EN 1988
La Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de Soria (Uctaso) arrancó allá por el año 1988 con unas 17 empresas cooperativas y llegó a tener hasta 34 en su punto más álgido en 2003. La llegada de la crisis en el año 2007 hizo caer en declive el sector del mueble y a día de hoy tan solo quedaban asociadas diez cooperativas, con lo que Uctaso decidía su disolución definitiva en estos últimos días. “Como una sentencia de muerte”, describe Javier Calonge, -la persona que en estos últimos tiempos ha llevado la gerencia de Uctaso-, el momento en el que la Junta de Castilla y León dejó de apoyar a asociaciones como Uctaso en el año 2013. “Eso, y la crisis que teníamos desde hace años, hizo que cayéramos en declive, que muchas empresas comenzaran a cerrar y que el sistema cooperativista no se eligiera como modelo de creación de empresa”, explica Calonge, procedente del Campo de Gómara.
Asegura Javier que Uctaso actualmente solo contaba con diez cooperativas, “y con menos de diez nos veíamos obligados a disolver la asociación y es lo que al final hemos hecho. Ya no quedan casi cooperativas en activo por el declive del sector del mueble; en mi opinión creo que las empresas no han sabido adaptarse a las circunstancias del mercado y eso ha provocado que hayan desaparecido muchas en los últimos años. Así que desde Uctaso no tenía sentido alguno seguir”, argumenta Javier Calonge.
ASOCIACIÓN EN DECLIVE
Ignacio Pérez Palomar es otra de las personas que también ha formado parte de la historia de la Unión de cooperativas de Trabajo Asociado de Soria y que ha vivido en primera persona la decadencia de esta asociación, primero por-que fue presidente en los últimos años y después con el puesto de secretario. Es natural de Navaleno, donde junto a otros socios creó su empresa cooperativa Navalmueble, que ahora cumple nada más y nada menos que 25 años en activo. “Cuando nosotros empezamos con la empresa nos asociamos y había muchas cooperativas en ese momento también asociadas. Fueron años muy buenos y Uctaso venía bien para asesorarnos, entre otras cosas.
Pero, poco a poco, esta asociación, como el sistema cooperativista en general, ha ido cayendo en declive y hemos visto como en la última década ha ido cerrando una empresa del mueble tras otra. Así que, no se podía mantener esta asociación por mucho más tiempo”, señala Ignacio, que apunta al sistema cooperativista como un modelo ya obsoleto que ya la gen-te no utiliza para crear empresas. “Quedamos algunas cooperativas en activo, pero todas comenzamos con muchos socios y trabajadores y ahora estamos sólo los justos, los necesarios para sacar el trabajo adelante. En nuestro caso empezamos con 16 personas y ahora somos cinco. Y nos hemos tenido que adaptar al mercado para sobrevivir. En definitiva, hacemos lo que no hacen las grandes cadenas”, confiesa.
El municipio de Navaleno es un ejemplo de cooperativismo y, como decíamos, también lo es Covaleda o Duruelo, entre otros de la zona pinariega. Duruelo en concreto fue pionero hace más de medio siglo en la creación de cooperativas madereras en esta provincia. Hasta una veintena de cooperativas llegó a tener esta localidad de 1.200 habitantes y, tras la crisis económica, muchas de ellas echaron el cierre y los cerca de 600 puestos de trabajo generados, se han deducido a me-nos de 100 a día de hoy, obligando a muchos de esos obreros que se quedaban sin trabajo a emigrar del pueblo a las ciudades, agudizando aún más la despoblación en esta zona. En el lado opuesto a esa realidad, se encuentra una de las empresas cooperativas más emblemáticas de Duruelo, y una de las pioneras de todo Pinares en el sistema cooperativista: es Sociedad Cooperativa ‘Picos de Urbión’ con cerca de sesenta años dedicada a la fabricación y comercialización de productos derivados de la madera: envases, embalajes, palets, palots y persianas. Actualmente, es una de las empresas líderes del sector a pesar de también haber notado la crisis.
Para fomentar el impulso de las cooperativas se creó en la localidad durolense la Feria de la Madera, Durufema, que en sus ediciones de 2020 y 21 no pudo celebrarse por culpa de la pandemia. Desde el Ayuntamiento todavía no se había anunciado si en 2022 se retomará o no esta cita para seguir apoyando al sector maderero de Pinares, pero esta misma semana se informaba a este periódico de que “Durufema volverá al próximo año y con más fuerza si cabe”.
En esta feria -por las que pasan unas 5.000 personas- desde el Consistorio se quiere dar cabida a todas las empresas que tengan a la madera como material protagonista de sus productos. “Son unas 50 empresas las que estaban exponiendo en la última edición que fue la del año 2019 y confiamos en que este próximo año podamos realizar la feria con todavía más expositores, demostrando que el sector de la madera y del mueble sigue hacia delante y que los muebles que se fabrican en esta zona son de una calidad extraordinaria”, explica Alberto Abad, alcalde de la población.
Se reanudará así la única cita en apoyo a las cooperativas madereras que tanto han cambiado su realidad, desde que fue-ron creadas hasta el día de hoy.