Castilla y León registra 457 nuevos casos de la enfermedad COVID-19, con lo que su número actual acumulado es 33.331; de esa cifra, 26.890 son confirmaciones a través de pruebas PCR. De los 457 casos nuevos en la Comunidad, 63 se han registrado en Burgos y nueve en Soria.
Todos los nuevos positivos se han declarado atendiendo a la definición de caso confirmado de infección por SARS-CoV-2 adoptada por la Autoridad sanitaria nacional en la llamada Estrategia de Vigilancia, Diagnóstico y Control en la Fase de Transición de la Pandemia de la COVID-19; de los 457 nuevos casos notificados hoy al C.C.A.E.S. de acuerdo con el actual criterio epidemiológico del Ministerio de Sanidad, 50 tienen diagnóstico durante las últimas 24 h.
Los brotes activos actualmente en el conjunto de la Comunidad son 158 y los casos positivos a ellos vinculados, 912.
De los 158 brotes en la Comunidad, 17 están activos en Soria con 92 casos vinculados.Son ya 133 los residentes confinados en alguno de los centros de mayores o de personas con discapacidad de Burgos, 106 más que el 23 de junio, dos días después de que finalizara el estado de alarma.
Se considera brote cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico y, en el caso de residencias de personas mayores u otros centros socio sanitarios, con uno o más casos.
Un brote activo se define como aquel que haya tenido algún caso en los últimos catorce días, teniendo en cuenta la fecha de inicio de síntomas o la de diagnóstico, si la de síntomas no está disponible.
Veintinueve pacientes han sido dados de alta desde la última comunicación estadística, para un total actualizado de 8.980 en la Comunidad. De ellas, 451 se han registrado en el complejo hospitalario de Soria.
Lamentablemente se contabilizan hoy tres nuevas defunciones con lo que el número de decesos se sitúa en 2.094. Ninguna de las tres defunciones se han registrado en Soria, que sigue con 124 fallecidos por Covid en el Complejo Hospitalario desde el inicio de la pandemia.
La Junta de Castilla y León ha vuelto a apelar un día más a la responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos, cumpliendo las medidas básicas de distancia social, higiene de manos y uso obligatorio, con carácter general, de la mascarilla en vías públicas, ámbitos urbanos al aire libre y espacios cerrados de uso o abiertos al público, con el fin de evitar situaciones que pudieran suponer riesgo de contagios y rebrotes de la enfermedad.