El Burgos BH afrontó el fin de semana con un nuevo doble frente en Luxemburgo e Italia
El Tour de Luxemburgo llegó a su fin con la quinta y última etapa que mantuvo el estilo de los recorridos de jornadas anteriores. Desde el inicio, los equipos de los favoritos condujeron al pelotón para dar caza a la escapada del día. Con el paso de los kilómetros, la secuencia de pequeñas cotas con porcentajes exigentes seleccionó el grupo y los cinco ciclistas morados trabajaron para mantener sus opciones. El ritmo del gran grupo creció en el último tercio de etapa y Jetse Bol rodó en el grupo de favoritos, que se fracturó en el último muro de la vuelta, a 1 kilómetro de meta. La formación burgalesa pone el broche a la última vuelta por etapas de la temporada, en la que ha buscado su oportunidad frente a los equipos World Tour desde las fugas y en la única llegada masiva donde Manu Peñalver hizo noveno.
Rubén Pérez, director deportivo, comenta la actuación en la vuelta con ganas de haber logrado algo más: “Ha habido pocas oportunidades para el esprint, pero el día que la tuvimos, la trabajamos muy bien para que Peñalver intentará rematar y finalmente lo hizo bien. Hemos peleado por la victoria sin lograrlo, pero el equipo ha estado en la lucha con carácter combativo y valiente. Se ha trabajado, se suman experiencias y de ello se aprende” expuso.
Escapada de Pelayo en Italia
En el Mediterráneo, la segunda expedición burgalesa disputó el Memorial Marco Pantani. El Burgos BH fue ambicioso y repartió sus opciones en el pelotón y en cabeza de carrera. Pelayo Sánchez se enroló en una fuga numerosa que obtuvo más de cuatro minutos de renta. El grupo delantero rompió su pacto en el circuito intermedio y el joven asturiano fue capaz de hacer los dos primeros pasos a Monteveccio en la fuga. Ander Okamika volvió a dar muestra del salto de calidad que ha dado y fue el mejor ciclista morado en meta dentro del top-30.
El equipo continúa la serie de clásicas italianas y mañana afrontará el 74º Trofeo Matteotti, la cuarta y última de ellas. La carrera completará en doce ocasiones el circuito de Pescara donde los tramos montañosos mermarán el grupo y favorecerán una llegada reducida o en solitario.