El Burgos CF Promesas cae inmerecidamente ante el Vetusta en Castañares (1-2)
Ocurrió también en el inicio del duelo de este sábado frente al Real Oviedo Vetusta, cuando el lateral dominicano Charbel González quiso centrar una pelota al área y centró tan mal que marcó un golazo, sin querer. El extraño de la pelota confundió a Óscar y rasgó las mallas de la meta blanquinegra.
Así empezó un partido que venía arropado y optimista en la previa, con comida popular y un buen número de aficionados blanquinegros que se acercaron a la Ciudad Deportiva de Castañares para entregarle un grito de aliento a los muchachos del filial.
A partir del tortazo, doloroso porque el filial carbayón no hizo nada más en la primera mitad, el dominio fue absolutamente local. Enrabietado, el equipo de Alex Albistegui reactivó su plan inicial de juego, buscando superioridades por bandas, con Marino a la batuta. El partido era de los locales, aunque el marcador dijese lo contrario.
La ausencia de Alejandro Marcos, sancionado, invitó al técnico burgalesista a dibujar una línea de tres centrales –Del Cerro, Tito e Iván Martínez– con dos carrileros –Vertiz y Pol Bassa–. A lo ancho, el equipo blanquinegro dominaba el tapete y la bola. Óscar no se manchó ni los guantes.
En el 27, Jesús Jiménez tiró una bicicleta tras combinar con Vertiz y sentó a su par, pero el posterior disparo del 19 se acostó en las manos de Marco.
El delantero maño tendría otra clara oportunidad en el 33, después de una buena pelea de Ricoy. Otra vez, la bola se marchaba lejos del gol.
Una clara amarilla para Alex Cardero por una fea entrada sobre Pol Bassa le abrió la puerta al tiempo de descanso.
De vuelta al verde, continuó la tromba blanquinegra. El filial del Burgos salió decidido a por el empate. A los 53 minutos, en una esfera parada, Marino puso un centro medido al que no llegó Del Cerro por muy poco. En la segunda jugada, López-Pinto quiso imitar al ecijano. Otra vez Saúl del Cerro rozó la pelota con el flequillo.
Los muchachos de Albis seguían acumulando llegadas. En el 63, Vertiz culminaba una buena contra con unlatigazo desde la frontal que se escaba alto. Poco después, López-Pinto no acertó a colocar otro envío con el exterior de la bota. El esfuerzo en cada cabalgada del barcelonés durante todo el encuentro fue incansable.
Albistegui introdujo al debutante Molina en banda diestra y a Óscar en la punta de ataque en el 70. Más madera.
Tanta insistencia acabaría, al fin, encontrando premio. En un saque de esquina puesto con música por Marino, Tito Peralta cabeceaba con el alma el balón al fondo de la red. Carrera y abrazo emocionante con los Tito’s Boys. 1-1. Era el 75 de partido.
La remontada era cuestión de tiempo. El Burgos CF Promesas había olido sangre. En el 81, López-Pinto tuvo el tanto de la victoria en una oportunidad clarísima, pero Marco le ganó la partida en el uno contra uno. Hassane, Román y Sergio Fernández, otro debutante, también entraron al partido.
Sin embargo, lo que acabó llegando fue el 1-2 del Vetusta, casi con el tiempo cumplido. Ver para creer. Aún con todo, Molina pudo empatar en un lanzamiento que tocó en un zaguero y rozó el poste. El partido se acabó. Otra pesadilla. Otra jornada que se escapa. Otra vez, sin suerte.