La prueba de Alentejo contará con cuatro esprints y una contrarreloj para los corredores del Burgos BH
Un recorrido muy asequible, sin apenas dureza, pero en el que se disputarán jornadas a un ritmo elevado. Con opción para que las fugas hagan camino en etapas que siempre superan los 170 kilómetros, pero donde difícilmente podrán pelear por sorprender al pelotón. La Volta ao Alentejo será escenario de cuatro llegadas masivas y una lucha contra el crono que decidirá al vencedor final, si ninguna sorpresa rompe el guion.
La jugosa pelea de los pasos intermedios y las cotas puntuables serán uno de los alicientes para dar vida a etapas en las que, por otra parte, los equipos apuestan por resolver al esprint. No en vano, el bloque que ha convocado el Burgos BH presenta a esprinters de la talla de Mihkel Räim, arropado por un bloque de corredores muy rápidos como Jesús Ezquerra, Óscar Pelegrí o Ángel Fuentes. Un envidiable treno para buscar el triunfo en las llegadas masivas.
Con algo más de libertad rodarán Ángel Madrazo, Pelayo Sánchez y Gabriel Muller. La presencia en las escapadas, además de la colaboración con sus compañeros en labores de colocación, serán sus objetivos sin apartar la vista de una general que se puede decidir con unos pocos segundos. En ese sentido, cobra valor el papel que se realice en la contrarreloj del sábado, que asciende a la Ermita de Nuestra Senhora da Pena en Castelo do Vide, exigiendo un sobreesfuerzo a todos los que quieran pelear por el liderato final.
Alexis Gandía: "Vamos a por la Vuelta a Alentejo con la confianza puesta en Mihkel Räim y las oportunidades al esprint que presenta la carrera. El equipo está convencido y unido para trabajar con ese objetivo. La contrarreloj va a decidir la general así que intentaremos hacerlo bien porque un buen papel ahí nos va a permitir pelear por un buen puesto final".