El filial se queda a las puertas de puntuar frente a todo un Real Valladolid Promesas (1-2)
A pesar de una buena segunda mitad frente a diez jugadores blanquivioletas tras la expulsión de Quintana, un destello de calidad pucelana decanta el derbi.
No encontraba un dueño claro el balón cuando comenzaba a rodar en el campo 2 de la Ciudad Deportiva de Castañares. A pesar de no jugarse nada, los blanquinegros estaban dispuestos a defender su territorio con todo y así lo demostraba Lucas Ricoy en el minuto 9 con una diagonal entre líneas que no conseguía culminar en disparo.
Después del susto tras una mala caída y la reincorporación al juego de Víctor, el cuadro visitante ha comenzado a imprimirle más velocidad al juego. Fruto de este cambio de ritmo, en el 15, un centro peligrosísimo al área pequeña termina en un mal despeje de un apurado Tito Peralta, que acaba poniendo el esférico en el fondo de las mallas de su propia portería.
Los pucelanos han sumado muy buenos minutos tras el gol, pero el filial no agachaba la cabeza y seguía peleando cada balón. Antonio enganchaba de primeras un buen centro de Ethan y la portería, poco a poco, iba quedando más cerca con cada acercamiento. Tal ha sido así que en el 34, Ethan iba a firmar el empate y su primer gol con el segundo equipo, para la sorpresa rival.
Cuando ya parecía que moría la segunda mitad, Tito, implacable, iba a resarcirse de su previo error sacando un balón sobre la línea de gol y evitando el segundo adelanto en el marcador del RV Promesas.
Un minuto después del comienzo de la segunda, una durísima falta de Quintana a Saúl del Cerro iba a costarle al jugador la cartulina roja y a su equipo la penitencia de jugar con diez toda una parte. Los quince minutos posteriores iban a ser los mejores de los muchachos de Albistegui, combinando internadas por ambas bandas de Antonio y López-Pinto.
No obstante, a pesar del dominio y los buenos minutos del BCF Promesas con superioridad numérica, una buenísima acción por banda izquierda en el 83 de los de Baptista iba a terminar con un testarazo de Slavy que hacía el silencio en Castañares. Óscar iba a tener la última para el filial con un cabezazo a pase de Antonio que se iba a marchar rozando la cruceta de Aceves.
Una vez más, el resultado no acompaña al buen trabajo en el verde.