Los celestes no dieron opción en ningún parcial del encuentro al conjunto visitante dirigido por Pablo Ruiz, que no logró sentirse cómodo en la cancha. Por su parte, el encuentro de Alberto Toribio mostró un alto nivel de juego y una mayor continuidad en el mismo.
Empezaron mejor el partido los sorianos, de hecho, Unicaja Costa de Almería no iba a lograr estar cómodo en la cancha en ningún momento del partido. Con el 9-8 en el marcador se acabó la igualdad y se empezó a romper la primera manga, en la que un inspirado Adrián Olalla hacía que el juego fuese más sencillo para los celestes (13-8). Cuando no era Olalla, Cunha aparecía como un seguro de vida y el bloqueo andaluz no lograba dar un respiro al resto de aspectos del juego en el que estaban sufriendo. Juanmi trataba de tirar del carro, pero no era suficiente en la anotación. Con margen en el marcador, los sorianos administraban con calma su ventaja, mientras que en el otro lado no había reacción (25-17).
Mismas sensaciones y misma superioridad local en el segundo asalto. Bertassoni buscó un plan nuevo, entrar por el centro con Jorge Fernández y Borja Ruiz, y sus centrales respondieron a la perfección (7-7), pero la mayor variedad de argumentos de los sorianos iba a empezar a traducirse en renta en el marcador 12-7. Los sorianos volvían a lograr una ventaja importante, y de nuevo iban a jugar bien sus cartas. Al igual que en el primer set, cuando se daba un juego largo en el que los dos equipos no lograban sellar el tanto, siempre acababa cerrando el juego Soria, en un claro síntoma de superioridad. El bloqueo ahorrador no lograba contener ni a los centrales sorianos ni a los puntas, y el 25-20 decantaba el duelo para el cuadro celeste.
En el tercer set, Unicaja Costa de Almería logró volvió a tropezar en los mismos problemas, y los sorianos a exhibir las mismas virtudes. El desarrollo del juego no cambiaba, el juego tampoco y el banquillo visitante no lograba una reacción en los suyos. Por su parte, Arjones y los suyos seguían manteniendo el ritmo. Cada irrupción por el centro de Domenech o Fabián Flores eran puntos seguros y la inercia celeste disparaba la renta al 18-10. Con el viento en popa, Ruiz y Toribio dieron minutos a jugadores jóvenes, y el rendimiento de unos y de otros no decayó, si bien el duelo ya tenía desenlace claro, 25-14.
