Unos 270 corredores con bicicletas de más de 30 años realizaron la marcha por el entorno con un reconocimiento a 'historicos' de la bicicleta y foto conjunta en el nuevo Museo del Ciclismo en Abejar.
Abejar ha vuelto a inundarse de ciclismo clásico en la jornada de hoy con la sexta edición de La Histórica, una multitudinaria cita en la que han participado cerca de 270 corredores ataviados con maillots, complementos de la época y con bicicletas de más de 30 años.
Varios grupos simulando a los equipos de antaño, como los ‘Clásicos de Aranda’, que una vez más han sido los más numerosos, el recién creado ‘Club Zeus España’, de origen soriano, o la agrupación de Abejar, el ‘Club Ciclista Los Muros’ han ambientado este día que ha estado amenizado por la música de Vitaly Lagutik.
Este año se ha rendido un especial homenaje a los ex profesionales sorianos como Faustino Rupérez, José Luis de Santos y otros de ‘adopción’ como Serguei Smetanine y Andrei Zintchenko, fieles a la cita.
Además de los sorianos, han participado otros ex históricos como Iñaki Gastón, José Luis Abilleira, Vicente Barberá, Juan Vitoria, Antonio Balboa, José Luis Morán, Julio Espeso, Julio Jiménez, Miguel Silvestre, Juan Carlos González, Miguel Soro e Ismael Lejarreta.
Todos ellos, junto al organizador, Alberto Faricle, se han hecho la foto de familia en esta sexta edición en la que de nuevo, el buen ambiente y la pasión por el ciclismo clásico han sido la nota predominante.
La marcha ha arrancado sobre las 9.30 horas de la mañana del frontón de la localidad en la que más de 270 corredores han salido dirección Cabrejas del Pinar para recorrer 60 kilómetros, principalmente por pistas de tierra.
El presidente de la Diputación de Soria, Luis Rey, y el alcalde en funciones de Abejar, Javier Romero, han dado el pistoletazo de salida a esta nueva edición después de una sonora ‘traca’ llegada desde Valencia.
En el camino, una parada en Muriel Viejo para reagrupar al pelotón histórico, otro alto en el camino para almorzar en Calatañazor, vermut en Cabrejas del Pinar para afrontar los últimos cinco kilómetros y por último, comida de hermandad en el pabellón de Abejar.
Una vez en el polideportivo, los corredores más veteranos y los más jóvenes han recibido su reconocimiento, así como el club más numeroso y los ex ciclistas profesionales. Para finalizar, sorteo de premios entre los participantes donados por los patrocinadores.
El objetivo es transitar por pistas sin asfaltar y por caminos de tierra para revivir las competiciones de los equipos de antaño. La recompensa a este esfuerzo llega con el avituallamiento con productos típicos sorianos como porrón de vino, torreznos o pastas.
Esta marcha nació en 2012 de la mano de Alberto Faricle y el Club Ciclista Los Muros de Abejar, con el propósito de “rendir homenaje al ciclismo y a los ciclistas de aquella época, que realizaban tantos esfuerzos por pistas sin asfaltar y que tan buenos momentos nos han dado”. Año tras año ha ido haciéndose un hueco en el calendario de las marchas clásicas y en 2015 ya tuvo que limitar la participación.
