Nueva escapada de Ander Okamika en una etapa maratoniana
El Burgos BH volvió a ser protagonista en la séptima etapa de la Vuelta a España, animando la carrera desde la escapada. Ander Okamika, que ya estuvo fugado el pasado martes, volvió a atacar de salida y se marchó en compañía de un corredor de Cofidis. Ambos hicieron pronto camino, pero el pelotón nunca les dejó tener más de dos minutos de ventaja. El vizcaíno rodó durante tres horas en cabeza de carrera y en la última de ellas lo hizo en solitario.
El pelotón se acercó a los fugados tras el paso por Valencia, pero Okamika se resistió a ser neutralizado y se mantuvo por delante hasta los últimos 40 kilómetros. Su esfuerzo fue premiado nuevamente con el trofeo de la combatividad. La calma con la que rodó el pelotón en los kilómetros finales se tornó en tensión tras dos caídas ocurridas cerca de meta, viéndose afectado por una de ellas Jetse Bol. Cyril Barthe y Jesús Ezquerra, los dos hombres rápidos del Burgos BH, se manejaron con habilidad en los kilómetros finales y acabaron dentro del top-20.
Ander Okamika: “Desde un principio, teniendo en cuenta el perfil de la etapa y el viento que iba a soplar, se vio que no había muchas ganas de guerra en el pelotón, sobre todo después de la batalla de ayer. José Herrada y yo nos animamos, aunque esperaba que entrase algún ciclista más en la fuga. No había mucha esperanza de llegar a meta porque Alpecin controló siempre y solo nos dejó dos minutos. Mantuvimos una velocidad de crucero y guardamos las fuerzas para el final, cuando comenzó la tensión atrás. Al pasar Valencia se nos echaron encima y yo decidí poner toda la carne en el asador. Me fui solo, con un minuto de ventaja, pero el pelotón rodó muy rápido y me cogió antes del sprint intermedio”.
El final de la primera semana de la Vuelta a España tendrá lugar sobre un terreno montañoso. Los ciclistas saldrán este sábado de Denia para afrontar 165 kilómetros en los que se ascenderán un total de cinco pasos de montaña. El Alto de Vall d’Ebro y el Puerto de Tollos ayudarán a formar la fuga, mientras que el Puerto de Benifallim y el Puerto de la Carrasqueta endurecerán el ecuador de la etapa. La subida decisiva será el Xorret de Catí, que cuenta con rampas de hasta el 15% de desnivel y que se coronará a tres kilómetros de la meta.