El equipo se desplaza hacia el sureste, desde la Bretaña hasta la región del Centro-Valle del Loira, para dar continuidad a la gira de carreras de un día. Los morados llegan a la tercera y cuarta citas en Francia después de una doble toma de contacto muy exigente de la que salieron reforzados con dos top-10.
Para las dos próximas clásicas el pronóstico de temperaturas y precipitaciones mejora, lo cual no significa que disminuya la dureza, ya que el kilometraje de ambas se queda al borde de los 200 kilómetros. La Paris-Bourges sale de Gien y en su trayecto incluye varias dificultades montañosas, tres de ellas puntuables. Respecto a El Tour de Vendée, se caracteriza porque buena parte de los municipios que cruza cuentan con esprints intermedios, diez en total, para finalizar en un circuito en La Roche sur Yon que se completa en cuatro ocasiones.
La actitud del Burgos BH es inconformista además de valiente y buscará mejorar los resultados de la semana pasada con el mismo grupo de ciclistas. Manu Peñalver y Ángel Fuentes vuelven a ser los más rápidos y serán los encargados de resolver una posible llegada al esprint. De los que más se espera es de Alex Molenaar y Ander Okamika, que mantienen un gran estado de forma desde las últimas semanas. El bloque lo completa un grupo de trotones con capacidades en terreno roto y largas distancias, formado por Mario Aparicio, Isaac Cantón y 'Chupe’ López Cózar.
El director Damien García valora lo conseguido por este mismo bloque en Vitré y Loire Atlantique: "Los dos top-10 nos hacen ser ambiciosos para seguir sumando. Viendo los recorridos, lo más probable es que el jueves se llegue en grupo y jugaremos la baza de Manuel Peñalver, que pese a no tener suerte está demostrando un gran nivel. Siguiendo en esta línea, el sábado en Vendée vamos a jugar varias cartas para ser protagonistas. Correremos con valentía y esperamos que las condiciones meteorológicas también nos acompañen".