El anuncio de la dirección del Grupo Fico Mirrors para la planta de Soria ha caído como un jarro de agua fría entre los trabajadores extendiendo la incertidumbre, que ya se venía gestando en estos últimos meses, en los que no eran pocos los operarios que temían por la continuidad de su puesto de trabajo.
El comunicado de la empresa, hecho público por los sindicatos en la jornada del una reestructuración de la plantilla en Soria a partir de julio que podría afectar a entre el 15 y el 25 por ciento de los empleados de todos los departamentos. Con ello, espera adaptar el número de trabajadores a la situación "actual y futura", marcada por una "fuerte caída de ventas" y los problemas de aprovisionamiento de materiales por parte de sus clientes, según el comunicado.
La compañía informó el 16 de mayo que en función de la evolución de la situación y de las perspectivas, la reestructuración afectará a un número u otro de la plantilla, que actualmente se encuentra afectada por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 30 de junio. Esta medida se adoptó como respuesta a la reducción de las ventas, marcadas además por el conflicto bélico de Ucrania, y se vio acompañada en los últimos meses por una reducción de los trabajadores temporales de aproximadamente el diez por ciento.