Bodegas Castillejo de Robledo seguirá apostando por la calidad y confía en recuperar la exportación
Desde hace más de 20 años en Castillejo de Robledo se encuentra Bodegas Castillejo, pionera en la elaboración de vinos de calidad dentro de la Ribera del Duero soriana.
Desde siempre, su marca de tinto Silentium es una de las que más potencian y anuncian. El año pasado, se recolectaron entorno a 700.000 kilos de uva.
La bodega cuenta con una superficie de 2.580 metros cuadrados que se encuentra dividida en cuatro zonas: la nave de elaboración con 1.000 metros cuadrados, nave de crianza y botellero con 600 metros cuadrados, la nave de embotellado con 500 metros cuadrados, el almacén con 480 metros cuadrados y la zona auxiliar con 1.000 metros cuadrados.
Jerónimo Contreras cree que lo fundamental para tener una buena vendimia es que se consiga una buena brotación, el desarrollo del cultivo con ausencia de heladas y enfermedades y el control de la viña.
En la actualidad 10 son las personas que trabajan en esta bodega y el accionariado está compuesto por 17 accionistas. Cuentan con un total de 138 hectáreas, de las que el 84% se encuentran en Castillejo de Robledo y el resto de parcelas situadas en Guma, Langa de Duero, Soto de San Esteban y Alcubilla del Marqués.
El viñedo se encuentra situado en una ladera a 980 metros de altitud, que se alza buscando el Duero sobre el monasterio burgalés de la Vid en unos paisajes espectaculares, que les ha hecho ganarse el nombre de 'El Falcon Crest' de la Ribera soriana.
SILENTIUM Y ANDARIVEL
En Castillejo, se elaboran dos líneas diferentes de vinos, y cada uno va destinado para un mercado distinto. La primera línea cuenta con Silentium (expresión, reserva, crianza, envejecido en roble, joven, rosado y blanco)
que es su marca predilecta y la que más cuidan en cuanto a promoción
y Andarivel (crianza, envejecido en roble y joven).
Las dos marcas están destinadas a restauración y a tiendas especializas. Por otro lado, está la línea de Robledal de Corpes (crianza, envejecido en roble y
joven) y Corpes (crianza, barrica y joven) pensada más para el mercado de la alimentación y segundas marcas en exportación, así como menús de comidas.
Aquí en España también funcionan muy bien con sus vinos, desde
Silentium o Robledal y Corpes, que van pensados más para alimentación.
“Depende mucho de las zonas, por ejemplo, en una zona de costa están cualquiera de ellos, por un lado, está el de precio más alto con mayor calidad y el otro se utiliza más para menús”, afirma el gerente de Bodegas Castillejo, Jerónimo Contreras.
La franja de costa del Levante es una de las zonas donde Bodegas Castillejo
funciona muy bien; aunque también hay otras ciudades de interior como por ejemplo en Madrid.
Bodegas Castillejo exporta vino también fuera de España, “ahora mismo estábamos funcionando muy bien en Estados Unidos y en Canadá; también en China y en el mercado inglés ",
CRISIS SANITARIA
En estos últimos meses, desde Bodegas Castillejo ven un futuro incierto con las consecuencias de la crisis sanitaria y económica.. “Hay bodegas que venden
mucho a alimentación, pero no es nuestro caso; nosotros vendemos en torno a un 15%; además la exportación ha estado cerrada.” admite Contreras.
Desde Bodegas Castillejo reconocen que no están pasando por un buen momento y que la incertidumbre es muy grande de cara a un futuro. Están preocupados por cómo podrán pagar la cosecha del año que viene cuando más de un tercio de la inversión es en materia prima, pero desconocen cuál será la
liquidez que puedan conseguir este año.
Además, si no se saca el vino del año pasado se encontrarán justos
en la bodega para poder almacenar el de este año, la cual es otra de las preocupaciones que existe porque ni si quiera se sabe que va a pasar.
APUESTA POR LA CALIDAD
Tienen como uno de sus objetivos primordiales seguir apostando por la calidad
y es que en la Denominación de Origen de Ribera del Duero hay que cumplir las normas del Consejo Regulador.
Sus impulsores realizaron una fuerte apuesta por la tierra y la materia prima hace más de veinte años. años y hoy en día cuentan con una calidad y un nombre reconocido.
Realizan un seguimiento fenológico y fitosanitario integral a lo largo de todo el ciclo de cultivo, que permite el conocimiento y la uniformidad de la materia prima
con la que trabajan.
Como recuerda Jerónimo Contreras, lo primordial es mantener un control de la uva continuado para así conseguir un vino de mayor calidad. A lo largo de estos años, han recibido diferentes reconocimientos como demuestran las medallas de plata en el Salón Internacional del vino en Madrid. Esto lo han conseguido tras muchos años de dedicación y trabajo para lograr un sueño que, a día de
hoy, se ha cumplido.