"Para mí es mucho más importante actuar delante de mi gente que hacerlo ante 10.000 personas"

“Mi abuelo Julián también solía animarse y lo hacía muy muy bien. Es más, Luciano, el hermano de mi abuela, llegó a ser un prodigio de la música. Un virtuoso tocando el piano que llenaba auditorios en Madrid”. Nuestro origen no es sino la llave que abre las puertas de la vida. Beatriz nació en Burgos, la coqueta y bella capital del antiguo reino de Castilla. Sin embargo, sus raíces familiares están en la comarca de pinares. Su abuela Isabel, uno de sus grandes referentes, nació en la histórica localidad de Hontoria del Pinar. Su amado y añorado abuelo Julián Ruiz era natural de la histórica ciudad de Oviedo. Era agente judicial y al llegar a Salas se enamoró perdidamente de Isabel formando una de las familias más queridas y respetadas de la ciudad del Arlanza. La vida es un viaje que puede ser maravilloso sin billete de vuelta. Por eso conviene llenar el alma con la sana ansia de aprender y mejorar. Y es que Beatriz, desde muy pequeñita, siempre abrió su corazón para encontrar respuestas apropiadas a respuestas sinceras.

A los ocho años, animada por su familia, se presenta nerviosa e ilusionada a Veo Veo, uno de los primeros “Talent Show” en Esaña. Un gran programa musical por el que pasaron cantantes de la talla y arte de Blas Cantó, India Martínez o Abraham Mateo. Con esa edad, comienza el grado elemental de Violín en el Conservatorio de la Casa de Cultura de Gamonal. Después vendría el Grado Medio que compagina con la carrera de Administración y Dirección de Empresas. “Con 19 años comencé el grado medio de canto en el conservatorio profesional de música “Rafael Frübeck de Burgos”. Y seis años después cumplí el sueño de mi vida al acceder, después de una prueba realmente exigente, a la Escuela Superior de Canto de Madrid.  Allí disfruté aprendiendo con los mejores en un ciudad abierta, amable y cosmopolita donde disfrutar cada día de la maravillosa cultura de la ópera”.

Si el esfuerzo y la perseverancia guían tu vida llegarás a conquistar tu destino. Beatriz siempre ha querido capitanear el barco de su vida a pesar de los días de tormenta y frío. Madrid le abrió su corazón. El de una ciudad donde la cultura, la música, los espectáculos y el arte palpitan en cada rincón. “Madrid es increíble pero muy cara. Por eso tomé la decisión de trabajar para pagarme los estudios. La orquesta Grupo Cañón se fijó en mí para una suplencia en pleno mes de agosto. Acepté el reto y en mi segunda actuación canté ante 10.000 personas en la maravillosa localidad asturiana de Lugones. Desde entonces y hasta el día de hoy han pasado nada más y nada menos que siete años”.

En los inicios de la M.O.D.A. 

Mucho antes, cuando sólo contaba con doce años, debuta con enorme éxito en la Coral Polifónica de Salas. Formación musical que termina convirtiéndose en una gran escuela para una niña que aprende con una enorme ilusión. Al cumplir quince el maestro y compositor salense Raúl Contreras se fija en su voz elegante y profunda para actuar amenizando bodas en Contreras, Salas de los Infantes, Palacios de la Sierra, Barbadillo, Espinosa de Cervera y Burgos. A los 16 Operación Triunfo le abre las puertas iluminando el gran sueño de su vida, ser una cantante con una carrera musical internacional. Beatriz llega hasta la gran final en Barcelona, donde es eliminada. Gana la edición Sergio Rivero y son segundos Soraya Arnelas y Víctor Estébez. Sin embargo es Edurne, sexta en el concurso, la que  logra una carrera musical de éxito que llega hasta la actualidad. “Tenía una enorme ilusión pero no era más que una niña en un océano infinito rodeado de egos, traumas y algún éxito. Creo que el jurado en la final de Barcelona me invitó a presentarme a otras ediciones. No lo hice y muchas veces pienso que todavía no es tarde”. Beatriz ha tenido el enorme privilegio de cantar en Hontoria y en Salas junto al gran tenor Miguel de Alonso. También guarda un precioso recuerdo cantando una Salve Rociera en la Iglesia de Santa María el año en que fue elegida reina de las fiestas de Salas.

En 2011 su tren de la vida para en una estación de ensueño. Conoce a David Ruiz y forma parte de los primeros y decisivos años de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. La M.O.D.A es hoy un septeto de indie acústico español con claras influencias folk, blues, rock and roll y punk. “Otra etapa única. Inolvidable. Ensayábamos en el hangar y ganamos un montón de concursos. Incluso grabamos el disco. Pero, como suele ocurrir, llegaron otros proyectos a mi vida y tuve que decir adiós”. Beatriz es mujer de ideas claras y raíces profundas. Ama tanto a su tierra que la distancia duele. Así la Asociación de Amigos de la Música de Salas (Ademus) le da la oportunidad en 2012 de protagonizar el musical de la Bella y la Bestia en San Leonardo de Yagüe y acepta encantada. “Luego llegarían papeles como el de Ariel en la Sirenita, María Magdalena en el Año 33 y Elsa en Frozen.

“Momentos de enorme felicidad porque para mí actuar ante mi gente tiene mucho más valor que hacerlo ante 10.000 personas en cualquier otro lugar. Si sabio es volar para aprender, más sabio todavía es retornar al lugar donde emprendiste el vuelo. Pablo Abad, director de la escuela de Música de Salas, le ha ofrecido la maravillosa oportunidad de dar clases de canto, violín e iniciación musical en el lugar que la vio nacer y crecer. Beatriz es muy feliz. Ha alcanzado sus metas y ha pintado de colores sus sueños. Porque solo puede navegar por aguas tranquilas aquel que desafió a las grandes tormentas.

Beatriz se cuida. Es consciente de que una vida sana es la llave de la puerta al éxito en el mundo de la música. Le gusta mucho correr y disfruta nadando. Adora el cine y su película favorita, cómo no, es Amadeus. Si tuviera que recomendar un libro sin duda sería “El tiempo entre costuras”.  También le gusta mucho la novela histórica y siente adoración por el “sushi”. Su familia es vital en su vida y uno de los sueños por cumplir es ser madre.