“Gabón parece un caos cuando lo comparas a nuestro modo de entender algunas cosas”
Luis Olalla, de Duruelo de la Sierra, se encuentra en misión de mantenimiento de la paz en Gabón donde realiza las labores de Segundo Jefe del Destacamento y Colaboración Cívico Militar junto con otros cincuenta militares españoles.
Cerca de 5.000 kilómetros separan Duruelo de la Sierra de Libreville, la capital de Gabón en África. La inmensa humedad y el calor incesante de ese país centroafricano distan mucho de lo que se respira aquí en la comarca de Pinares y Luis Olalla Simón lo sabe muy bien. Este durolense de 35 años ha recorrido ese largo camino para llevar a cabo una misión de mantenimiento de la paz, un nuevo episodio en su vida como miembro del Ejército del Aire al que pertenece desde ya hace 16 años.
Luis Olalla Simón estudió en el colegio de Duruelo y en el Instituto Picos de Urbión de Covaleda. Aprobó la oposición en la Academia General del Aire donde ingresó con 19 años y tras cinco años entre Murcia, Colorado Springs y Badajoz recibió el despacho de Teniente en julio del 2004. Su carrera tomó velocidad y estuvo seis años volando el caza EF-18 en Zaragoza, para después saltar el charco y pasar dos años en California como instructor de vuelo para la Armada estadounidense. Regresó a España y estuvo dos años en Gran Canaria, uno en Madrid como ayudante de campo del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, y en la actualidad ejerce de Jefe de Escuadrón de vuelta en Zaragoza.
Poco ha tardado este pinariego en volver a hacer la maleta, esta vez por poco tiempo y por causas humanitarias. “Se trata de una misión de apoyo de la Unión Europea y Naciones Unidas para la estabilización de República Centroafricana, un lugar que tras sufrir una cruenta guerra civil se encuentra en un proceso de estabilización para retomar un gobierno constitucional”, señala Olalla que volverá a casa en el mes de abril tras haber estado tres meses en Gabón.
Luis Olalla define de ‘caos estable’ esta ciudad centroafricana. “Fuera de la ciudad el ochenta por ciento es selva inmensamente verde y dentro de la ciudad, en muchos aspectos, todo parece un “caos estable”. Para mí, este rincón de África parece un caos cuando cuando lo comparas a nuestro modo de entender algunas cosas, pero al final del día no ocurre nada grave, por eso yo lo llamo “caos estable”, explica el Comandante puntualizando que “Gabón es un país de los más desarrollados de África, pero aun así hay muchas desigualdades sociales. Fuera de Gabón, nuestra zona de operaciones es muy amplia, abarcaría como de España hasta Polonia, con lo cual los conflictos que te puedes encontrar son muy diversos”.
Aparte de otras, el durolense Luis Olalla en estos meses realiza las labores de Segundo Jefe del Destacamento y Colaboración Cívico Militar. “Si cuando llege mi turno de regreso, los casi cincuenta españoles regresan con bien a sus familias cumpliendo su misión y se ha conseguido ayudar en lo que buenamente se pueda a la población más necesitada para mejorar en algo, por mí satisfecho”, señala.
Acostumbrarse a que todos los días son lunes. “Cuando todo va bien no deja de ser una jornada de trabajo similar a España, aunque aquí para los militares españoles no hay sábados ni domingos, todos son lunes. Lo más difícil es entender que África tiene su ritmo, habituarte a las tormentas diarias de Gabón, el calor, entender las costumbres de la población local… el resto es trabajar”.
Estar lejos de su familia es lo que más duro se le hace a este pinariego. “Las familias de los militares están acostumbradas a vernos marchar a menudo, pero eso no quita que todos los días nos echen de menos. Lo primero que haré cuando regrese será jugar con mi hija de cuatro años y recuperar este tiempo con los que quiero”, añade.
Para Olalla, Duruelo es su referencia y su origen. “Para mí Duruelo es capacidad de sacrificio, naturaleza y calor humano. A pesar de que salí de Duruelo hace ya casi dieciocho años, siempre lo tengo en mi cabeza. He vivido ya en nueve ciudades diferentes y he recorrido varios países, pero cuando veía la vida en cada uno de estos sitios, siempre ha pasado por el prisma de la forma de entender la vida que mis padres, mis amigos y la gente de Duruelo me ha dado en mi infancia y adolescencia”, concluye.