El cardo rojo, un manjar propio de Ágreda
El cardo rojo es una variedad muy peculiar de la planta de cardo, pero con unas propiedades gastronómicas superiores a éste. Su cultivo se circunscribe casi únicamente a la localidad soriana de Ágreda, donde las bajas temperaturas invernales propias del Moncayo obligan a quienes cultivan esta planta a taparla nada más y nada menos que con una pila de más de un metro de tierra.
Es, precisamente, la tierra la que le otorga ese color rojizo a la planta, que además aporta una gran ternura a su tallo. Para conmemorar y reconocer este alimento tan típico, en Ágreda llevan 14 años realizando unas jornadas de divulgación del cardo rojo. Esta edición se llevará a cabo entre el 6 y el 10 de diciembre en la localidad. Entre las actividades programadas se podrán encontrar conferencias y exposiciones. Además, este año cuentan con la novedad de ofertar la experiencia gastronómica en la que se recorran las huertas árabes donde se cultiva el cardo. Los participante podrán desenterrarlo para luego pasar a degustarlo y conocerlo en un menú de la mano de los chefs del restaurante Doña Juana el día 8 de diciembre por un precio de 50€. Además, los bares y restaurante de Ágreda, ofertarán tapas y menús en los que se pueda degustar el cardo rojo de la mano de profesionales.
PROPIEDADES Y RECETAS
El cardo rojo, además de ser un alimento peculiar y propio de nuestra tierra, también tiene propiedades interesantes para nuestra salud. Es rico en vitaminas C y B3, así como en calcio y hierro. Entre los beneficios que nos puede aportar el cardo rojo destaca la reducción de los índices de colesterol; además, posee propiedades digestivas y diuréticas, por lo que puede ser un buen complemento como entrante a comidas copiosas.
Aunque se puede emplear en múltiples recetas de todo tipo, el cardo rojo, como muchas otras verduras, se suele consumir cocido. Aunque la suavidad propia que le da el tono rosado hace que también se pueda degustar directamente en ensalada, aliñado únicamente con aceite de oliva, vinagre y sal. Una forma muy típica para degustar este manjar es el cardo rizado, cuya elaboración necesita que se abran los extremos de cada gajo de cardo y se dejen reposando unos minutos en agua fría antes de colarlos y aliñarlos. Una receta que no puede faltar en las comidas de Navidad de cualquier agredeño.