La Junta modifica las bases del programa Releo para favorecer a las zonas rurales en la gratuidad de los libros de texto

Una de las aulas del colegio de Navaleno en el CRA Pinar Grande.
En base a tener en cuenta la matriculación de alumnos en los colegios de poblaciones inferiores a 10.000 habitantes en base a la renta familiar.

La Consejería de Educación ha publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) una modificación de las bases reguladoras del programa Releo para la gratuidad de libros de texto con la que se pretende favorecer al alumnado matriculado en centros educativos asentados en municipios menores de 10.000 habitantes.

De esta forma, se modifica la orden que regula estas ayudas y se añade un nuevo artículo que contempla que la “renta familiar del alumnado que en el momento de formular su solicitud asista a un centro educativo asentado en un núcleo rural, se dividirá por un coeficiente de entre 1,1 y 1,5 para incrementar sus posibilidades de obtener el derecho a la gratuidad de los libros de texto, concretándose en cada convocatoria las circunstancias y el coeficiente exacto que resulte de aplicación”.

Además, también está previsto que para el próximo curso, a las familias numerosas, con algún discapacitado, víctima de terrorismo o de violencia de género, se les dividirá su renta familiar por un coeficiente de 1,25 -antes se aplicaba un índice corrector del 1,2-. Además, para este mismo colectivo en el medio rural, el índice corrector será mayor, elevándose hasta el 1,3 -anteriormente no existía-.

En el actual curso, 65.411 alumnos han recibido todos los libros de texto gratis -13.000 más que el año anterior- y el total de beneficiarios asciende ya a 88.230, lo que supone un 42,37 por ciento del total de estudiantes en las enseñanzas obligatorias. Según se informa desde la Consejería de Educación, en una primera fase del programa se reconoció el derecho a 66.728 solicitantes, una cifra que engloba a los alumnos de Educación Obligatoria cuyos ingresos familiares están por debajo de 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).

Los alumnos beneficiarios deben acudir al banco de libros, en primer lugar, para recibir los ejemplares que necesiten para el curso. En el caso de que no hubiera disponibilidad de todos los solicitados, las familias pueden comprar los que faltan y solicitar posteriormente el abono de los importes a la Consejería de Educación, que se hará cargo de los mismos, previa justificación. De este modo, en el presente curso 54.869 estudiantes han recibido ayuda dineraria, frente a los 30.593 del curso anterior, con un incremento de casi el 80 por ciento con respecto al curso 2018-2019. Ello ha sido posible gracias a una inversión superior a los 7,14 millones de euros -tres millones más que el curso anterior-.

En el presente curso, y una vez completada esa primera fase, aún quedaba disponibilidad de ejemplares en el banco, por lo que se han distribuido libros entre 22.819 alumnos que, con una renta familiar superior a 2,5 veces el IPREM, también los solicitaron. Así, la cifra final de alumnos que han recibido algún tipo de ayuda para libros de texto -total o parcial, dineraria o en especie- asciende a 88.230.

Además, este curso Educación ha comenzado a subvencionar por primera vez los cuadernillos y libros de texto no reutilizables, como demandaban muchas familias. Esta situación ha provocado un descenso en el número total de alumnos que ha recibido todas las ayudas únicamente en especie -de 21.817 en el curso 2018-2019, a los 10.524 de esta edición-.