Nuria Simón, dedicación y trabajo para luchar por la raza Serrana Negra

Nuria Simón, natural de Duruelo de la Sierra. Autor: R. FDEZ

“La supervivencia de la raza está garantizada, aunque la recuperación del censo llevará su tiempo. Disponemos de un banco de germoplasma con más de 9.500 dosis seminales de 13 sementales distintos y alrededor de 90 embriones”

Conseguir que la raza Serrana Negra no acabe desapareciendo, y salga de la lista de razas en peligro de extinción, es la ardua tarea de muchas de las personas que luchan de una forma u otra para que una raza autóctona como ésta continúe formando parte de la ganadería y de la cultura pinariega.

Una de estas personas es sin duda Nuria Simón, natural de Duruelo de la Sierra y una de las personas que más conoce esta raza, agracias a su trabajo: es técnica veterinaria de Asesores Veterinarios GISA S.L. (ASEVET), empresa que gestiona este libro genealógico que se crea por Orden del 21 de marzo del año 2000, a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería, siendo la Dirección General de Producción Agropecuaria el órgano competente para su gestión.

Es Nuria Simón la persona encargada de trabajar directamente en este libro en el que, con determinadas categorías y puntuaciones, se registran los animales de esta raza con el objetivo de recoger datos morfológicos y productivos que ayuden a las actuaciones de mejora de la raza y con ello evitar que desaparezca.

 “Sabemos que, en el siglo XVIII, la Junta y Hermandad de la Cabaña Real de Carreteros de Burgos y Soria contaba con unas 5.060 carretas y alrededor de 15.240 bueyes (Gil Abad, 1983)”, explica Nuria Simón, “también hay datos de que en el año 1950 había censadas en Soria 15.150 vacas Serranas negras. A partir de la segunda mitad del siglo pasado es cuando el censo de la raza Serrana negra entra en claro retroceso. Por la mecanización de los trabajos agrícolas y forestales deja de utilizarse casi totalmente como animal de trabajo y comienza a cruzarse de forma masiva con razas con mejores aptitudes productivas de carne y leche, hasta casi desaparecer”.

Confiesa Nuria que es obligado señalar que “en 1979, cuando la raza se encontraba al borde de su desaparición, se creó la explotación fundacional de la raza Serrana negra, a iniciativa del Consorcio Diputación-Caja Rural de Soria en Taniñe, San Pedro Manrique, tarea desarrollada por Jesús Ciria y José Luis Calvo. Este núcleo se fundó con animales recogidos en las comarcas de Tierras Altas, Valle del Tera y Pinares de Soria y Burgos (Ciria, 1979). En esta explotación se llevó a cabo un proceso de mejora y difusión de la raza distribuyendo sementales y novillas a las ganaderías de la provincia que lo solicitaban, con el propósito de mejorar y unificar morfológicamente a la actual población de Serrana negra. Sin esta intervención hoy la raza bovina Serrana negra estaría desaparecida”, asegura la durolense.

A partir de ese momento, en los últimos 25 años el censo ha sufrido altibajos, pero se puede asegurar que, gracias al trabajo de los ganaderos de la asociación, que se esfuerzan cada día por mantener la raza en su entorno original y difundirla a otros territorios, -y también gracias al apoyo de las administraciones (Junta de Castilla y León, Diputación de Soria), tanto económico, como el no menos importante servicio que presta la Junta de Castilla y León desde el Centro de Selección y Reproducción Animal (CENSYRA)-, la supervivencia de la raza está garantizada, aunque la recuperación del censo llevará su tiempo. Así lo asegura Nuria Simón, anunciando que “se dispone de un banco de germoplasma con más de 9.500 dosis seminales de 13 sementales distintos y alrededor de 90 embriones”.

CIFRAS ACTUALES

La cifra total de animales inscritos en el Libro Genealógico de la raza es de 671 (datos censales en ARCA a 31/12/2023), de los cuales unos 400 están en edad reproductiva. “Que en Soria estén el 90% de de ellos se debe fundamentalmente al apoyo y la implicación de la Diputación de Soria con la raza Serrana negra y a sus ayudas. De no existir esta ayuda, la situación seguro que sería distinta, pero no me atrevería a decir que sea la solución, creo que el ganadero debe estar convencido de que quiere tener esta raza”, explica Nuria Simón.

“Es imprescindible que los animales estén inscritos en el libro genealógico para que puedan percibir las ayudas específicas a la raza por su situación de amenaza. El hecho de estar inscritas en el libro es la garantía de que son animales puros. Con la prima a la vaca nodriza perciben desde el año pasado un suplemento de un 5% por estar inscritas en el libro. Desde hace unos años, la Consejería de Agricultura da una ayuda a los animales que pasan al Registro Definitivo del libro con un compromiso por parte del ganadero de mantenerlos en su explotación dos años. También está la ayuda agroambiental por ser raza en peligro de extinción, que sólo perciben los animales reproductores inscritos”, añade.

 

LA PRODUCCIÓN DE CARNE

La carne es el aprovechamiento principal, pero no el único. A pesar de no tener buena conformación cárnica, lo que no permite obtener grandes rendimientos, los expertos han podido comprobar, -incluso de manera científica-, que la carne que produce la Serrana Negra es de buena calidad. “En cuanto a sellos de calidad, la Asociación de criadores fue autorizada en febrero de 2018 por la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios para el uso del Logotipo 100% Raza Autóctona en la carne de los animales de la raza Serrana Negra y los productos elaborados con ella. Se trata de un sistema de identificación, de uso voluntario. No obstante, se está haciendo un uso muy escaso de este sello, no ha habido mucha adhesión por parte de los ganaderos”, añade la veterinaria.

Además de la carne, la raza Serrana Negra es una raza rústica perfectamente adaptada a entornos geográficos hostiles, donde aprovecha los recursos pastables de forma sostenible, unos recursos que, si no se aprovechan, se convierten en combustible, “por lo que además de producir carne, tiene un importante papel en la prevención de incendios forestales en las zonas en las que se explota”, añade Simón.

También hay demanda de hembras para reposición, para doma, etc., con lo que la venta de animales para vida es otro de los aprovechamientos de la raza. Existe además la posibilidad de utilizar las hembras de la raza Serrana Negra, con buenos índices de fertilidad y facilidad de parto, en cruce industrial en extensivo con razas de aptitud cárnica, obteniendo así crías mejor conformadas y por tanto, con mayor valor a la venta”.

Autor: J.M. Manchado

PROBLEMAS SANITARIOS

La raza Serrana negra es una raza rústica, resistente y bien adaptada al entorno en el que se explota y los problemas sanitarios que la aquejan son comunes a los de cualquier otra raza similar explotada en régimen extensivo. “La enfermedad que más puede afectar de cara a la conservación de la raza es la Tuberculosis bovina, una enfermedad objeto de campañas oficiales de saneamiento ganadero, que no hay que olvidar que es una zoonosis, es decir, una enfermedad que se puede transmitir de los animales al hombre. En caso de resultar positiva, la explotación tiene que sacrificar obligatoriamente los animales positivos, por los que se le indemniza, pero lo más grave es que la viabilidad de la explotación puede verse comprometida al quedar bloqueada, lo que significa que no puede vender animales para vida a otras explotaciones, sólo puede vender animales para matadero”, explica la veterinaria Nuria Simón.

“Los criterios de aplicación de vaciados sanitarios (sacrificio de todos los animales de una explotación) están regulados por la normativa comunitaria y priorizan el interés general, evitando la persistencia de la infección y el riesgo de contagio a rebaños sanos, por ello se valora especialmente en zonas libres de la enfermedad o con baja prevalencia de ésta (< 1%) la conveniencia de realizar vacíos sanitarios, principalmente en el caso de resultados positivos repetidos. Cuando aparece un rebaño infectado en cualquier comarca veterinaria de prevalencia 0, siempre se realizan vacíos sanitarios (excepto situaciones justificadas, como por ejemplo la protección de recursos genéticos)”.

 

LA CABAÑA REAL DE CARRETEROS

Resalta Nuria la función también cultural que tiene esta raza y que puede verse a través de la Cabaña Real de Carreteros. “Están haciendo un trabajo que está siendo fundamental para visibilizar la importancia histórica de la raza Serrana Negra en la economía de la comarca de Pinares de Burgos y Soria, y para dar a conocer la propia raza, que, aunque cada vez menos, sigue siendo bastante desconocida. Quiero resaltar el trabajo que hacen Iván y Zacarías, José Antonio… es realmente extraordinario, por lo espectacular y por lo que transmiten cuando los ves cómo tratan a sus animales y cómo se entienden con ellos”.

Autor: Ramón Gil

EL FUTURO DE LA RAZA

“Creo que la situación de la raza Serrana negra es compleja, tenemos el inconveniente de manejar un censo muy reducido que nos obliga a centrarnos en ir incrementándolo con poco margen para la mejora de la raza. Pero ver la implicación de los ganaderos y de la administración y el interés que suscita la raza, me hacen ser optimista y confiar en que vamos a lograr que progrese adecuadamente. Tenemos la obligación, con esta y con todas las razas autóctonas que tan valiosas fueron para nuestros antepasados y para nuestra historia, de hacer todo lo que esté en nuestras manos para que no desaparezcan y no sólo por sentimentalismo. Hay que tener en cuenta también el interés de conservar estas razas por lo que su patrimonio genético puede aportar en el futuro, de cara a la creación de nuevas razas más resistentes a las previsibles peores condiciones climáticas y medioambientales que se avecinan.”, concluye Nuria Simón.