Salduero: Madera y agua

Fuente homenaje a los carreteros. Fotos Mayka Ramos.

Adentrarse en la zona de Pinares soriana es disfrutar de paisajes y aire puro donde oxigenarse. Y Salduero puede presumir de ello.  Enclavado junto al río Duero te invita a relajarte en sus parajes y disfrutar de las aguas cristalinas de un incipiente río que ha nacido a pocos kilómetros en el pico Urbión.

 

Nos hemos acercado al pueblo después de pasar una mañana en la Playa Pita en el pantano de la Cuerda del Pozo. Un lugar  idílico para bañarse y practicar deportes acuáticos sin necesidad de desplazarte a la costa.

La carretera que nos lleva a Salduero pasa primero por Molinos del Duero, población que ya visitamos en otra ocasión y que no nos defraudó.

Nada más entrar al pueblo vemos que tiene mucho encanto. Las casas carreteras que vimos en Molinos tienen en Salduero su competencia. No en vano, durante la época de la carretería iban de la mano en el transporte de materiales por toda la Península.

Las calles son estrechas y las jalonan grandes casas, algunas blasonadas, otras con grandes puertas con arcos, otras tienen voladizos y entramados. Se han conservado muy bien las edificaciones y otras las han restaurado respetando la arquitectura tradicional de la zona.

El paseo junto al Duero es digno de andar, sea la época del año que sea,  y sus remansadas aguas con pequeños trampones invitan al baño en verano. Curiosas son sus “pasaderas”, piedras colocadas en el río para pasar de un lado a otro. Seguro que este era el modo de pasar al otro lado hasta que se construyó el llamativo puente de piedra, construido en el siglo XIX por emigrantes venidos del norte de España.

Junto al puente un monumento de piedra en homenaje a los carreteros, en recuerdo de la vida que tuvieron los vecinos en otros tiempos.

La iglesia del siglo XVIII, conserva una capilla gótica. Se accede al interior a través de un pórtico corrido que guarda la puerta de arco. Destaca sobre ella la torre de cuatro tramos que alberga las campanas. Tiene el nombre de San Juan Bautista. También tiene una  ermita a tiro de piedra, nada más pasar el puente. Es la ermita del Santo Cristo, de piedra de sillería y con dos puertas gemelas de entrada.

Otros  de los atractivos que cuenta Salduero es su Centro de Interpretación de Pinares y la Casa Museo de Maximino Peña, pintor nacido en el pueblo. No pudimos visitarlos por estar cerrados por motivo de la pandemia del Covid-19.

Salduero como otros muchos pueblos pinariegos, conserva las tradiciones típicas. Una de ellas es la de “pingar el mayo”, donde un pino traído del monte se pone de pie en el centro del pueblo el 3 de mayo y allí permanece hasta el día de la Cruz, 14  de septiembre.

La fiesta mayor es el día de San Juan, 24 de junio, pero la fiesta más lúdica es La Virgen de las Nieves, el 5 de agosto, donde se reparte la tradicional caldereta a vecinos y visitantes.

Nos marchamos muy contentos de la visita. Muy recomendable para pasar un día en familia.

Texto: Vicente Vivancos.

Fotos: Mayka Ramos.