Un paseo por Araúzo de Miel, entre naturaleza y mucha historia
Hoy visitamos Arauzo de Miel, un pueblo que discurre entre riqueza histórica y naturaleza.
Antes de empezar la visita quiero recordar las palabras de mi buen amigo, el arauceño Alfonso Benito Rica al comenzar su libro sobre Arauzo: “La tierra que pisamos, disfrutamos y modificamos no fue siempre como la conocemos…”.
Por qué Arauzo tiene mucha historia que contarnos. En su término se han encontrado varios yacimientos paleontológicos de importancia, donde hay que destacar los huevos fósiles que actualmente se encuentran en el Museo de Salas de los Infantes. Del paso de los romanos por Arauzo dejaron dos villas, El Pontón y El Santillo. Ya en la Edad Media, las primeras noticias documentadas vienen del monasterio de Arlanza, donde en el año 1062 se le cita como Arabuzo de Gemielle. No está muy claro el origen del nombre, pero algunos autores lo relacionan con nombre de río y nombre de persona.
Para acercarnos al pueblo hemos partido de Huerta de Rey por la BU-921. Ya en el camino se divisa a la derecha el Cerro San Cristóbal plagado pinos, enebros y de sabinas. No en vano Arauzo de Miel pertenece al Parque Natural de los Sabinares del Arlanza, considerados los de mayor extensión y mejor conservados de Europa.
La parada la realizamos en la Plaza Mayor, desde donde comenzaremos la visita al pueblo. Enseguida te fijas en lo bien cuidado que está el casco urbano y el predominio de casas construidas con tapiales y adobes en la parte alta y con sillería en las esquinas. . Muchas de las puertas de las casas son de arco bien labradas y sobre los tejados las chimeneas serranas. De frente contemplamos el ayuntamiento y a la izquierda dos casas blasonadas. Callejeamos por las calles estrechas y comprobamos que las edificaciones siguen el patrón de ser buenas construcciones.
De gran tradición taurina, Arauzo tiene una coqueta plaza de toros, por la que han pasados figuras del toreo en sus comienzos como novilleros
Ahora se empina la calle para subir a la iglesia. Es monumental, de origen románico, y que a través de los siglos ha sufrido modificaciones. Está bajo la advocación de Santa Eulalia de Mérida. La torre tiene varios tramos, de mayor a menos tamaño. Destaca su preciosa portada, sin ningún motivo religioso labrado en sus piedras, posiblemente por ser trasladada de algún palacio cercano. (Me atrevería asegurar que del palacio que construyó la familia Avellaneda junto al convento de los Jerónimos en Guijosa) En el interior de tres naves, destaca, entre otros, el retablo mayor de estilo barroco, la virgen románica del siglo XIII y el imponente órgano.
Detrás de la iglesia vemos una bodega tradicional, hay varias en el pueblo, pero esta tiene grabada en la piedra la fecha de su construcción, 1867. Por encima de ella se conserva la zarcera.
A escasos 200m. se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Soledad. Es de construcción moderna y en su interior hay tres retablos.
En el municipio hay otra ermita, la de San Cristóbal, situada en el cerro del mismo nombre. Para subir vamos por el camino del Calvario, donde en Semana Santa se realiza por parte de los vecinos la Pasión Viviente. Aprovechamos la visita para disfrutar del paisaje. Unas vistas privilegiadas de la Rivera del Duero, las Peñas de Cervera y Carazo y al fondo la Sierra de la Demanda. Para los amantes de las aves y para los que les gusta el espectáculo, aquí hay un observatorio de aves donde poder ver a buitres leonados, negros, alimoches y otras aves carroñeras. Y para los amantes del senderismo aquí hay caminos y senderos que te llevan a recónditos espacios entre enebros, pinos y sabinas.
Ningún visitante de Arauzo se puede marchar sin acercarse a Pinarejos. Un paraje natural con área recreativa donde los arauceños acuden en agosto a celebrar a la Virgen de Pinarejos, pero que cualquier día de verano se llena de vecinos y forasteros para comer o merendar en plena naturaleza.
Podía contar más cosas, sus tradiciones, fiestas, pero el espacio no da para más.
Lo digo bien alto, Arauzo de Miel me gusta y seguro que si vienes, volverás.
Además cuenta con visitas guiadas, para lo cual hay que ponerse en contacto con el ayuntamiento.
Vicente Vivancos
Mayka Ramos