Unos 120 establecimientos hosteleros de Burgos desobedecen las restricciones y abren los locales
La Federación Provincial de Hostelería respalda esta iniciativa, que se desarrolla sin incidentes, como “una llamada de atención” a los representantes políticos.
Alrededor de 120 establecimientos burgaleses han abierto sus puertas este sábado 28 de noviembre ante lo que consideraron una “agónica” situación que “está cobrando tintes dramáticos y muy preocupantes en la ciudad”, en la que muchos locales ven “imposible sobrevivir al final de año”. De este modo, llevaron a cabo lo que denominaron un “acto de desobediencia civil” de las restricciones de cierre, en una medida que, según aseguraron, surge desde la sociedad civil.
Así, la hostelería de la ciudad abrió sus puertas de 12.30 a 14.30 horas y lo volverá a hacer de 18 a 22 horas. La apertura no pretende “realizar la actividad ordinaria”, sino advertir a las administraciones de que “necesitan, de manera inmediata, medidas que acaben con las restricciones y permitan trabajar”. Previo a la apertura de los establecimientos, a las 12 horas, uno de los hosteleros, Antonio Arrabal, leyó un manifiesto en la plaza Huerto del Rey.
En el mismo, destacó la “situación límite” por la que atraviesa la hostelería burgalesa, en la que se incluyen, apuntó, tanto la hostelería de noche, restaurantes, bares especiales, discotecas y distribuidores. Además, consideraron que es la hostelería a quien se ha responsabilizado de la pandemia y de los contagios, a pesar, precisaron, de que los datos del Ministerio de Sanidad señalaban que “no era cierto”.
Tras aseverar que el sector ha llegado a “un punto sin retorno”, afirmaron que desde el primer momento han creído que “la salud es lo primero” y que por ello, implementaron “del mejor modo y desde el principio” las medidas de prevención y seguridad necesarias que hacían posible el ocio y la salud de los clientes.
Sin embargo, señalaron que “ahora, debemos pensar también en la salud de nuestros trabajadores, familias y empresarios, azotados día a día por los problemas propios de quien no puede llevar ni un solo euro a casa desde hace muchos meses” y que además, agregaron, “ve como se consumen sus ahorros en pagar impuestos, tasas, etcétera hasta llevarles a la ruina y en algunos casos a la indigencia”.
“Nunca la hostelería ha sido el problema, sino un cauce para evitar el botellón y las reuniones sociales descontroladas que sí se han señalado como principales responsables en la escalada de contagios”, manifestaron. “Es más -agregaron– la hostelería siempre ha actuado en el sentido contrario”. De ahí, dijeron, que “el mayor repunte de casos de las últimas semanas guarda una relación directa las continuas restricciones y cierres de la hostelería”.
Con la acción de hoy, apuntaron que se quiere dar a conocer que el sector ha llegado a “un punto sin retorno”, “al límite de sus capacidades”, así como para exigir y manifestar públicamente que “si no se adoptan medidas inmediatas de desescalada y se ponen fin a las restricciones que nos asfixian”, en los próximos días, advirtieron, de que se adoptarán “medidas unilaterales con el alcance que se considere necesario” y “en el modo que se entienda procedente”, de tal manera, sostuvieron, “que se pueda trabajar y sacar adelante sus negocios y a sus familias”.
Respaldo de la Federación Provincial de Hostelería
La Federación Provincial de Hostelería respaldó esta iniciativa, que se desarrolla sin incidentes, como “una llamada de atención” a las fuerzas políticas, para que “entiendan que la situación que atraviesa el sector es más agónica y más complicada conforme pasan los días”, según declaró su presidente, Fernando de la Varga, a la agencia Ical.
Asimismo, consideró que la Federación Provincial de Hostelería -que no fue quien convocó la movilización- “si que tiene que acompañar a un porcentaje tan elevado del sector”. “No podemos abandonar al resto del sector”, exclamó. Además, felicitó la respuesta obtenida, así como que se haya desarrollado sin ningún tipo de incidentes ni “situación anómala”.