Entre el aislamiento y la espera: Monasterio de la Sierra, el pueblo sin cobertura

La Iglesia de San Pedro data del año 1893 y se encuentra en un enclave céntrico de la localidad.
Una de las grandes apuestas es la instalación de contadores digitales para el ciclo del agua y poder controlar la existencia de fugas en viviendas

En pleno siglo XXI puede parecer inimaginable para la mayoría de las personas no tener cobertura o acceso a Internet. Vivimos en un mundo prácticamente conectado, en el que pensamos que podemos acceder a todas las plataformas desde cualquier lugar del mundo. Sin embargo, la realidad va muchos mÁs lejos, aunque no nos tenemos que alejar mucho para descubrirlo. Simplemente nos tenemos que trasladar hasta Monasterio de la Sierra, una pequeña localidad al sureste de Burgos, al suroeste de la sierra de Neila, con una altitud de 1.161m  y que está incluido en el Espacio Natural 'Sierra de la Demanda'.

Pues bien, teniendo ubicada ya la localidad y conociendo toda esta información, nos damos cuenta de que Monasterio no está lejos de nuestras viviendas, aunque sus vecinos aseguran estar aislados dentro del núcleo urbano. Si bien es cierto que llega red, es lenta y difícil de encontrar, por lo que, si quieres llamar por teléfono, recibir whatsapps o cualquier tarea que requiera de esta, tienes que ingeniártelas para conseguirla, como se hacía años atrás.

En plena era digital, resulta difícil estar desconectado, ya no hablamos de un par de días, sino de escasas horas, por lo que no resulta un buen atractivo turístico como nos confesaba su alcalde Jesús María Esteban "a mis amigos les encanta Monasterio, por su entorno, la tranquilidad, sin embargo, buscan desconectar, no desaparecer como dicen ellos".

Integrado en el Espacio Natural Sierra de la Demanda cuenta con un paraje idílico.

Como todo, depende de edades, y seguramente una persona que supere los 60 años puede estar tranquilamente sin teléfono móvil, y no por ello va a estar preocupado. Sin embargo, el problema viene con los más pequeños, esos que han nacido pegados a una pantalla, y a los que no se les puede explicar cómo era el mundo sin tecnología porque no lo entenderían y les parecería aburrido.

Es de ellos de quien más se preocupa Jesús María, porque sabe que son el relevo y el futuro de Monasterio. Este año, nos cuenta, los pequeños ya no estaban tan emocionados con acudir al pueblo por esta razón. La solución: instalar un banco junto al ayuntamiento en el que hacían fila para acceder al wifi del ayuntamiento, "si no, al año que viene los padres no van a querer venir porque sus hijos van a decir que a Monasterio no, que no hay Internet", confesaba Jesús.

También, para dinamizar la vida de los jóvenes, han optado por proyectar, en una de las salas del ayuntamiento, algunas películas durante las tardes de verano en las que el tiempo no ha acompañado, siendo otro incentivo más para que los pequeños no pierdan esa ilusión de la vuelta al pueblo.

Pero, no solo queda ahí el problema, la realidad comienza a verse del todo cuando el máximo desafío al que se enfrenta toda la comarca, como es la despoblación, se ve todavía más truncada por esto. Y es que Jesús nos contaba que ha habido gente interesada en acudir a vivir a Monasterio, porque querían teletrabajar y les parecía un entorno maravilloso pero... ya lo hemos dicho: teletrabajar, algo imposible en un pueblo que no tiene cobertura. Posibilidades que se tienen que descartar desgraciadamente porque el lugar es bueno; las condiciones y los servicios no.

La Casa Rural 'El Toro' es una referencia en el turismo de la localidad.

Fue en primavera cuando llegaron al ayuntamiento correos avisando de que dentro de los Planes del Gobierno iban a completar estos problemas de cobertura en los próximos meses, pero fue una falsa alarma, porque no han vuelto a tener noticias, ni al parecer, se esperan.

FUTUROS PROYECTOS
Aunque la llegada de la fibra sería la mejor noticia para los monasterianos, hay otros proyectos que mantienen la esperanza en la localidad. Uno de ellos es la rehabilitación de las antiguas escuelas, en las que ya se han invertido 28.000€ en una primera fase, con cambio de ventanas, insonorización y primeros cambios necesarios para una obra mayor.

El siguiente paso es una segunda fase, en la que se van a invertir 31.000€ para un edificio que sirva como centro cívico, peña... un espacio de usos múltiples para las necesidades de los vecinos. Se trata además de algo muy demandado, para pasar las largas tardes de invierno.

Por otro lado, como iniciativa de unos vecinos, surgió la idea de instalar unos contadores digitales del 'Ciclo del agua', controladores sin afán recaudatorio. El objetivo de estos es tener un control del consumo del agua, por si existen fugas en las viviendas, ya que en los casos particulares es más difícil de saber. 

"Nos han dejado muy claro que las aguas pluviales no pueden ir a la depuradora y tenemos que tener dos tipos de canalizaciones" explicaba Jesús, porque uno de los colectores debe ir a la nueva depuradora y por otro lado deben estar los colectores de aguas pluviales. 

En otro orden de cosas, se ha planteado la automatización de las campanas de la iglesia, y es que el repique de estas se ha ido desinflando a medida que ha aumentado el desinterés de los jóvenes "las personas que saben tocar las campanas, ya no pueden hacerlo". Es por ello que, ante la necesidad de ese toque de campanas, la solución es programarlas y que puedan sonar solas.

TURISMO Y CASA RURAL 'EL TORO'
El alcalde de Monsterio lo tiene claro "no vamos a hacer inversiones en turismo mientras no tengamos la certeza de que va a llegar la fibra al pueblo", todo pasa por ahí "ahora mismo con la experiencia que tenemos de la casa rural, que apostábamos por el turismo, no sería viable continuar haciendo un valor añadido a la propia casa rural de turismo por esa razón, es fundamental, hoy en día, estar conectados".

El Monasterio de Alveinte solo conserva el altar de la iglesia, la bóveda de crucería y algunos muros alrededor.

La Casa Rural 'El Toro' fue una de las grandes apuestas de la Corporación Municipal, ofreciendo un amplio alojamiento con capacidad para 12-15 personas, que cuenta con seis habitaciones dobles y todo lo necesario para una estancia privilegiada.

Los parajes, la amplia oferta de deportes en la naturaleza, senderismo, micología, rutas en bici... y a todo ello se suma el patrimonio monumental de Monasterio. Hablamos, entre otras cosas, del Convento Franciscano fundado por Fray Lope de Salinas en el año 1440, sobre los restos de un monasterio anterior.

Durante la Guerra de la Independencia sirvió de refugio a la Junta Provincial de Defensa de Burgos y al cura Merino. Fue saqueado e incendiado por las tropas francesas en 1810. Pasaron los años y finalmente fue abandonado en 1835 y a principios del XX los muros fueron barrenados para utilizar su piedra en la construcción de una central eléctrica cercana.

A día de hoy solo se conserva la Iglesia, de reducidas dimensiones, y una pared de uno de los edificios. Jesús María Esteban nos hablaba de la posibilidad de una restauración, sin embargo, en una de las asignaciones que ofrece la Junta, fue a parar al Castrillo de Castrovido, por ser este de dominio público.