La Asociación se solidariza con las víctimas del covid-19 en la tradicional subida de pendones al Picón de Lara
Un año más, pero este especial, se ha cumplido con la tradición que ya suma 12 años de subir con los “pendones” al Picón de Lara. Una iniciativa de la Asociación Tierra de Lara que, en esta ocasión, ha querido solidarizarse con las personas que han sufrido la pandemia del Covid-19 y que por ese motivo ha sido más sentida por sus miembros, que año tras año luchan por poner el nombre de la Tierra de Lara en los medios de comunicación y revindicar la despoblación y el abandono de los pueblos pequeños de nuestra geografía, a la que se ha dado en llamar la España Vaciada, y nosotros decimos la España Olvidada.
Iniciativas como esta son de valorar por lo que significa para estos pueblos, marginados en las comunicaciones y en los servicios esenciales, y que los políticos de turno se llenan la boca con promesas que no pueden cumplir pero queda muy bonito sobre el papel.
Curiosa nos ha parecido la definición de Borja sobre su pueblo, Lara de los Infantes, cuando nos ha recibido y muy amablemente nos ha abierto la iglesia para hacer unas fotos: El pueblo de los tres no B.I.C. (Bien de Interés Cultural): El castillo de Lara, una ruina que se dejó caer lo poco que quedaba; Una ermita que no nos pudo enseñar porque ya no existe y la iglesia del pueblo en un estado lamentable, una joya románica-gótica que si no se pone remedio acabará como los dos anteriores.
Pero hablemos del acto del sábado 5 de junio, la subida al Picón de Lara. Por motivos de la pandemia este año, desde un principio, se ha querido realizar respetando las normas impuestas por sanidad, y se ha hecho un acto sencillo pero muy emotivo, donde al contrario que otros años que han acudido con sus “pendones” los pueblos de la comarca, este vez solo han subido las telas de la Asociación Tierra de Lara y en de Lara de los Infantes. El “pendón” de Tierra de Lara lucía un crespón negro. Hay que añadir que este año la Asociación estrenaba mástil, por lo que se ha “bendecido” el palo con unas breves palabras antes de su izado con la tela. A continuación se ha realizado la subida, guardando las distancias, desde el pueblo de Lara hasta el castillo, un trazado que se ha hecho con mucho calor, y que se han tenido que realizar varios relevos a la hora de portar el estandarte.
Una vez arriba, y a la sombra de las ruinas de los muros del castillo, se han dicho unas palabras en recuerdo de las personas que nos han dejado y se ha guardado un minuto de silencio. Para finalizar se ha cantado el himno de la Asociación. Tras un breve descanso se ha bajado hasta el pueblo. Este año no ha habido ningún tipo de actividad festiva, ya que en anteriores ediciones se suele comer en el Picón y en el pueblo no puede faltar la música.
Que no se pierda esta tradición y se pueda celebrar en los próximos años con la alegría que se acostumbra.
TEXTO: Vicente Vivancos
FOTOS: Mayka Ramos.