La CHD insta a los regantes de Valladolid a que pidan agua del Alto Duero para regar los campos
Desde la Confederación Hidrográfica del Duero apelan a la solidaridad de un bien público como es el agua. La entidad reguladora de la cuenca elude las referencias a posibles compensaciones.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) propuso hoy a los regantes de las comunidades del Bajo Duero, que engloba a Tordesillas, Pollos, Castronuño y Simancas-Geria-Villamarciel, todas ellas en Valladolid, un acuerdo para la cesión de las dotaciones no agotadas por Alto Duero, en Soria -que no han consumido su cupo-, y que se estima en dos hectómetros cúbicos. De este modo, permitiría el último riego de la campaña, antes del 1 de septiembre, en unas 5.000 hectáreas de superficie en la provincia vallisoletana, donde abundan los cultivos de maíz y patatas, para que puedan culminar la campaña.
Así se puso de manifiesto en la reunió mantenida en la mañana del 9 de agosto entre representantes de estas comunidades y el comisario de aguas y el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Ángel González Santos y Alfredo González, respectivamente. En este sentido, los responsables de la Confederación demandaron a las comunidades que estrechen los contactos para tratar de alcanzar un concierto con el fin de aprobar esta cesión.
La reunión sirvió para conocer las reivindicaciones de los regantes y tratar de asegurar a los agricultores un último riego a sus cultivos en agosto, pese a que hayan agotado ya sus dotaciones asignadas.
En el encuentro, que duró casi tres horas, la CHD sugirió a estas comunidades de regantes utilizar agua de otras comunidades del Alto Duero, en la provincia de Soria. Esta propuesta, “opción más viable”, según el organismo de cuenca, tras barajar distintas posibilidades que tienen en cuenta la “delicada situación” del sistema Pisuerga, requiere que se alcance un acuerdo entre las partes.
Ante la sequía prolongada que vive la cuenca del Duero, la CHD consideró “imprescindible” extremar las medidas de reparto equitativo entre los diversos usuarios de un bien público como es el agua y defendió esta alternativa ofrecida a los regantes del Bajo Duero “como la única factible para proporcionar a sus fincas la última irrigación del verano”.