El colirrojo real es un ave de gran valor ecológico y turístico del parque del Castillo
El parque del Castillo de Soria es un parque singular porque alberga una densa población de colirrojo real que es una especie catalogada como vulnerable.
La alta densidad de esta especie es indicadora de espacios forestales y parques con buenas características ecológicas, de las que la ciudad de Soria debería presumir dentro de su Plan Soria2030.
La restauración de la muralla del Castillo debe asegurar y mejorar y conservar las poblaciones del colirrojo real, incrementando así su potencial turístico.
El Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) es un ave paseriforme insectívora del tamaño de un gorrión. Es una especie nidificante en la península ibérica donde se puede observar desde abril hasta agosto y luego en migración camino al sur del Sáhara donde pasa el invierno.
El plumaje del macho atrae la atención de quien lo ve, incluso de los no aficionados a la ornitología, porque es muy llamativo por sus colores negro y rojo entre los que destaca su frente de color blanco.
El colirrojo real también es interesante por su ecología: requiere un hábitat boscoso con claros en la que existan árboles con oquedades para hacer sus nidos, y árboles viejos y madera muerta en la que se críen y refugien los insectos de los que se alimenta. Por ello se considera indicador de bosques de alto valor ecológico. Además es territorial, selecciona y defiende su zona de nidificación de otros individuos emitiendo su canto, que en estas fechas es desde lo alto de los árboles.
En la Península Ibérica se distribuye de forma irregular siendo frecuente en los bosques del sistema ibérico, donde se puede ver en dehesas de robles, sabinares y pinares resinados o silvestres con pinos de gran tamaño y maduros.
Curiosamente la ciudad de Soria alberga ejemplares de esta especie en su entorno natural próximo y también en sus parques, pudiéndose encontrar en la Dehesa, en las riberas del Duero, y sobre todo en el parque del Castillo donde se asienta una abundante población.
Su elevada densidad en el Castillo indican que es un buen hábitat, en el que hay una elevada biodiversidad de insectos y árboles con oquedades. Su abundancia también se ve favorecida porque el parque tiene una gestión poco intensiva, con escasas podas, con mínimo uso de pesticidas, con céspedes naturalizados con numerosas especies de plantas y flores. Características que le dan singularidad y también valor como modelo de gestión de parques en favor de la biodiversidad y naturalización de las zonas verdes urbanas.
El colirrojo real es además un activo más para la ciudad, que se debería promocionar como un atractivo turístico más, destinado a los observadores de aves o birdwatching; en especial para el Parador Nacional que puede presumir de que sus clientes se puedan despertar con su canto o puedan avistarlo y oírlo desde su ventana, o desde la terraza de su bar.
La cría y presencia del colirrojo real en el parque del Castillo se puede comprobar especialmente en la explanada superior, y en los laterales de la carretera junto a la muralla; precisamente en las zonas en las que se quiere actuar en su restauración. Según la cartografía de Sector 3 de su Plan Director quieren eliminar tal arbolado; afectando muy negativamente a esta especie a pesar de que el Ayuntamiento de Soria y la Junta de CyL deberían adoptar medidas para asegurar su conservación en tanto que es una especie catalogada como vulnerable por el Real Decreto 139/2011 y la Ley de Patrimonio y Biodiversidad de España y de CyL.
Hay que recordar que el propio Ayuntamiento promociona la gestión de parques con criterios de biodiversidad, establece interesantes medidas para ello en su plan Soria2030 con el cual quieren hacer de Soria un ejemplo de conservación y restauración de la biodiversidad en el entorno urbano. Criterio que no incluyó en el proyecto de restauración de la muralla, como así ha demostrado en su tramo del Duero y del Mirón, y esperemos que sí lo haga en el Castillo, aunque sea a destiempo.