Un nuevo proyecto nace desde Espejón para combatir la soledad de los mayores con 'GRACIE'

Oriol Ruiz, creador de GRACIE.

Un nuevo proyecto ha surgido de la mano de un pinariego descendiente de la localidad de Espejón. Bajo el nombre de ‘Gracie’, en homenaje a su abuela Gracia fallecida hace dos años, un joven empresario de 30 años ha creado una aplicación tecnológica que va a hacer algo verdaderamente importante: combatir la soledad de los mayores.

Se llama Oriol Ruiz y por trabajo y distancia (vive en Badalona) no puede visitar lo que realmente quisiera a su tía de 101 años que se encuentra en la residencia Reysan ‘Centro Río Lobos’ de Hontoria del Pinar. Por ese motivo, surgió la idea de crear esta aplicación para que tanto su tía Fe, como todas las personas mayores puedan estar conectadas de una forma sencilla a su familia.

“Hemos creado una app para que los familiares suban cuando puedan, sea cuando sea, vídeos, fotos, audios o programar videollamadas, y nosotros a través de nuestro equipo hacemos una llamada a nuestro usuario mayor, que no tendrá más que mirar a la pantalla. Nosotros nos ocupamos de ponérselo todo, sin que tengan que entender, tocar o configurar nada. Además trabajaremos  contenidos multimedia y todo lo necesario para que trabajen aspectos mentales como memoria, recuerdos y no caigan en un deterioro cognitivo”, explica Oriol.

La primera prueba de este proyecto se hará a mediados de este mes de abril en la residencia de Hontoria que será la pionera en ponerlo en marcha. “Subiremos a darle una sorpresa a la tía Fe y lo grabaremos todo para poder demostrar qué queremos que la gente sienta con ‘Gracie’”, añade.

Esta aplicación está pensada para todos los mayores, tanto si están en residencias o solos en casa y viven lejos de sus familiares. 

“Como no todo el mundo tiene familia o va a poder darle éste valor añadido a sus vidas, vamos a tener cibernietos, voluntarios de diferentes edades que seleccionaremos siguiendo unos protocolos de psicología, para que se puedan generar vínculos entre niños y adolescentes y nuestros mayores, que les puedan contar cosas de los pueblos, y que los niños disfruten de sentir que es tener un ciberabuelo”, explica.

Oriol Ruiz confiesa emocionado que esa fuerza y ese cariño que su abuela le sigue transmitiendo, junto con el amor que siente por ella, “hizo que decidiese ponerle su nombre al proyecto, con el objetivo de sacar una sonrisa cada día a nuestros mayores y que todo ese bien, fuerza y crecimiento emocional, sea en su honor, en señal de agradecimiento por tantísimo que me ha ayudado, querido y enseñado.”

Espejón es para Oriol su pueblo, “con todo el sentido de la palabra y con lo que significa tener pueblo, veranos, aventuras, amigos y muchos recuerdos, y alguna que otra pícia también. Desde que tengo memoria he venido a pasar a Espejón el mes de agosto, a jugar a frontón, a hacer kilómetros en bici hasta la Ermita de Berezales, coger renacuajos en el río, meriendas y mil cosas más que siendo de ciudad allí no hacías. Actualmente para mí ir a Espejón, significa desconectar, comer bien, reírme con todo el mundo, ya que lo bonito de los pueblo es que aunque haga un año que no hablas con alguien, cuando te ves, es como si hubiera pasado un día.”

La comarca de Pinares, “para mí significa paz, naturaleza y un sinfín de buenos sitios para comer, la gente no me cree cuando les cuento cómo son aquí las cosas, las comidas, los embutidos, EL FRÍO EN AGOSTO! Además desde hace unos años me aficioné a buscar setas con mi padre y disfrutamos horas y horas andando por el monte en busca de nuestra cena. Intento venir siempre en agosto y luego escaparme algún fin de semana para coger setas y visitar a mi Tía Fe”, concluye Ruiz.