'Desenterrando Sad Hill', nominada como Mejor Documental para los Goya 2019
La Gala se realizará en Sevilla. El trabajo, rodado en el reconstruido cementerio, competirá con 'Apuntes para una pelñicula de atracos', 'Camarón flamenco y revolución' y 'El silencio de los otros'.
El documental 'Desenterrando Sad Hill' ha sido nominado al premio Goya 2019 en la categoría de Mejor Película Documental . En este apartado competían más de 60 producciones, de las que han quedado las cuatro candidatas: 'Apuntes para una película de atracos', 'Camarón: flamenco y revolución', 'El silencio de los otros' y 'Desenterrando Sad Hill'.
El trabajo sobre la reconstrucción del escenario ubicado en la comarca en el que se rodó la secuencia final de 'El bueno, el feo y el malo' titulado 'Desenterrando Sad Hill' se estrenaba el pasado 19 de octubre en Madrid y el día 22 de octubre en los cines Victoria de Aranda. La proyección ya cuenta con éxitos como el galardón a la mejor película en la sección de Nuevas Visiones del Festival de Sitges y el reconocimiento a la Mejor Contribución Técnico-Artística al género Western en el Almería Western Film Festival.
Desenterrando Sad Hill es un largometraje que cuenta la reciente reconstrucción por parte de un grupo de aficionados al cine del cementerio ficticio que sirvió de escenario para la secuencia final de la película de Sergio Leone y que encontró la localización perfecta en un paraje burgalés ubicado en el término municipal de Santo Domingo de Silos. Gracias al trabajo voluntario de los miembros de la Asociación Cultural Sad Hill en 2016 pudo reconstruirse parte de este cementerio y celebrar el 50 aniversario de la filmación de la popular película que contaba en su reparto con Clint Eastwood.
La película cuenta todo este trabajo y sus resultados, con importante aportación de los miembros de la Asociación Sad Hill de la que son miembros activos varios arandinos y ribereños vinculados a las artes escénicas y el ámbito cultural. El proyecto tuvo también un enorme respaldo popular a través de la campaña de mecenazgo del proyecto a través de la “compra” de una de las tumbas del cementerio ficticio en la que se podía inscribir el nombre del propietario.