Guillermo Rodríguez, cantante de Ahedo de la Sierra, saca a la luz "Tocar el cielo", la quinta canción del disco que saldrá en Mayo grabada en Barbadillo del Mercado, Palacios y Duruelo de la Sierra
El envuelve sus sueños cada día, con un lacito de diferentes colores y los abre todas las mañanas al despertar. Se llama Guillermo Rodríguez, un amante de la vida, de la música y de la libertad que estudio Educación Social por vocación para formarse también en Iluminación y Sonido. En la actualidad vive en Ahedo, un pueblecito precioso de la España Vaciada y trabaja en el centro de Aspanias de Salas de los Infantes. Escribe y compone su propia música desde el año 2014.
“Comencé con cero medios materiales siendo yo quien realizaba toda la música de forma chatarrera grabando la voz con una web cam. Mi gran referencia siempre ha sido el Un Metal, un género de fusión que combina elementos del heavy metal con otros géneros como el hip hop, el rock alternativo, el funk, la música industrial y el grunge. Tuvieron gran éxito a finales de los noventa y fue siempre una música que enfatizó la atmósfera, el ritmo y la textura por encima de la melodía o la instrumentación”.
Pues bien, desde hace meses, este “artista con mayúsculas” está inmerso en el que es su quinto disco del que prefiere todavía no avanzar su nombre. “He ido sacando canción a canción para descubrir el disco completo en el mes de mayo. Este es el quinto “single” “Tocar el Cielo” un videoclip grabado por mi hermano Adrián y su productora Adrianprod en parajes tan hermosos y espectaculares de nuestra comarca como La cueva de la serena en Duruelo de la Sierra, el embalse de Castrovido y en Barbadillo del Mercado. En el mismo ha participado Danka, un joven búlgara muy conocida en la comarca junto a su hijo. El objetivo no era otro que el de diferenciar, a través de esta canción, el amor incondicional de un amor cualquiera. Porque lo que yo siento por la música es muy parecido a lo que siente una madre por su hijo. Por eso mi sello de identidad es, ante todo, la honestidad”.
Un mensaje con alma puede cambiar el mundo. Por eso sus letras son profundas y se alejan de los contenidos superficiales que es en la actualidad lo que consume en masa el público más joven. “La verdad es que estoy muy satisfecho y agradecido por todo lo que está pasando. El año pasado ofrecí 96 conciertos de forma autogestionada en pueblos tan conocidos en la comarca como Quintanar de la Sierra, Huerta de Rey o Monasterio de la Sierra. También estuve en festivales super potentes como Cantabrision en Santander, el Concurso de Bandas emergentes en Alameda Fest en Málaga o el Festinard en Espinar en Segovia. Aun así, mi mejor concierto, el más especial fue sin duda alguna el de Rabanera del Pinar. Una locura de día en el que los chavales del pueblo me propusieron hacer un mini concierto con la disco móvil. Fue un día genial, impresionante e inolvidable”, argumenta.
De la ilusión nace el reto y del reto nace el sueño. Para Guillermo este 2024 es un año de consagración porque llega un disco único forjado gracias al esfuerzo y el trabajo de un chaval que cree que la música puede cambiar el mundo. Diez maravillosas canciones llenas de color, sabor y mucha mucha magia. “Quiero traspasar fronteras y viajar más allá de Burgos buscando nuevas oportunidades. Y quiero hacerlo con un directo enérgico, eufórico y emocional en un espectáculo inclusivo para todo tipo de público. Mi música está unida a la inteligencia emocional y busca sobre todo conectar con el corazón de las personas. Un disco único cuya segunda canción 1 entre 1000.000 fue grabada por Eclipset, una productora afincada en Guadalajara gestionada junto a un socio por Alberto Bayo, un chaval de Vinuesa. Un tema en el que han hecho sin duda alguna un trabajazo.
La preciosa localidad de Ahedo en Burgos es su lugar en el mundo. Tiene un estudio de grabación casero donde pasa gran parte de su tiempo haciendo lo que más le gusta. Su música está presente en internet y se puede encontrar en plataformas tan conocidas como Youtube o Spotify usando el término “guillterm”. Sus canciones son diferentes y se alejan de convencionalismos o modas. Por eso no disfruta para nada con la música actual. Cree que se basa en mensajes excesivamente sesgados sobre el éxito, el amor o el sexo. Mensajes que siempre hablan de la fiesta, de alcohol o las drogas como algo imprescindible para tener éxito. “Por eso consumo música muy diferente. Desde Enrique y Ana, a Celine Dion o Metallica. Yo creo que la música tiene que tener algo que contar y en la actualidad es como la comida rápida. Por eso no va a trascender ni marcara a las generaciones que vienen. Es una lástima que no se dé mucho más peso a la música que de verdad mueve los corazones. Mis padres son mi gran apoyo. Han venido conmigo a conciertos en Gijón o Málaga y es siempre una gozada poder contar con ellos.
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