El Hotel La Barrosa se consolida en primera línea tras la gran aceptación de las jornadas de la trufa
Culmina la undécima edición con gran satisfacción por parte de los organizadores, dado que han sido muchos días los que han tenido que colgar el cartel de 'completo'. La aceptación incentiva aún más a la familia Teresa Martín a seguir adelante con estas exquisiteces gastronómicas.
Las jornadas de la trufa del Hotel La Barrosa de Abejar, que abarcan los meses de febrero y marzo, y que culminan el primer fin de semana de abril, han vuelto a poner de manifiesto que son "las jórnadas auténticas", en torno a un menú que tiene como protagonista destacado a uno de los productos más exclusivos de la gastronomía mundial; la trufa.
Desde el arranque, el nuevo menú ha tenido muchos adeptos. En el comedor de La Barrosa se empieza con el blini con queso y caviar de trufa, se avanza con una serie de entrantes como las pencas, la papada, la cigala y el corazón de viera, todos con la trufa como ingrediente en ajustadas proporciones.
No falta la Sopa de hongos con Trufa Negra de Abejar. En pescado, Suprema de Bacalao al Horno, aceite de olivas negras con láminas de trufa fresca y crujiente de vegetales; en carne, la carrillera ibérica guisada en casa con verduras, trufa negra y peras al vino blanco.
Cierra el menú un rico postre con Mousse de naranja, Tierra de Avellana, Fruta del Bosque Helada y su Coulis.
Por las Jornadas pasa mucha gente de la comarca, y Miguel Ángel y Marta, y todo su equipo, como muestra la fotografía, se convierten en auténticos anfitriones, y hacen que el comensal y visitante se sienta a gusto, satisfecho y contento.
Los promotores han hecho un gran esfuerzo por dar menús diferentes, algo que agradecen los clientes de las jornadas de la trufa, que no sólo son de Soria, sino de otras ciudades españolas, que disfrutan cada año de las jornadas y de la provincia.
El Hotel La Barrosa guarda el poso que ha dejado la atención y el servicio de una familia de hosteleros con arraigo en Abejar, que ya va por la tercera generación, puesto que fue la abuela Antonia la que inició la actividad.