Las Jornadas Musicales de Calatañazor vuelven este sábado con 'Peregrinatio Vitae'
Desde que la Asociación de Amigos de Calatañazor comenzó con esta iniciativa, miles de personas acuden cada año a la localidad soriana.
Con motivo de la despoblación y la evidencia de un punto de no retorno de los habitantes perdidos surge, en la localidad soriana de Calatañazor en 1977, la idea de crear una asociación cultural. Por aquel entonces se trataba de una decisión que generaba incertidumbre y cuyo futuro era incierto. Sin embargo, su necesidad, junto con el apoyo de la gente del municipio hizo que se consolidara la organización “Amigos de Calatañazor”, y surgiesen iniciativas culturales como las características jornadas musicales o las actuaciones en defensa del patrimonio histórico, cultural y paisajístico de la villa.
El objetivo de la asociación es ofrecer una propuesta cultural de calidad. Cada año, el programa es más variado y las Jornadas Musicales se complementan con otras actividades de interés como teatro; cine; títeres o exposiciones, entre otras. Desde que iniciaron su andadura, Calatañazor ha acogido cientos de conciertos. Este verano 2024, las XIVIII Jornadas Musicales comenzaron en junio con un concierto de música renacentista profana, con la finalidad de “liberar” agosto, un mes intenso en cuanto a eventos se refiere. El sábado 20 de julio se reanudarán las Jornadas Musicales de Calatañazor con el concierto 'Pereginatio Vitae' (el viaje de la vida), que será interpretado por el grupo de música antigua The Savrvs.
El sábado 27 de julio a las 19:00 el concierto de voz y piano será en la ermita de La Soledad con un repertorio variado interpretado por Muxu y Natalia Lagens. Habrá otros dos conciertos los días 3 y 24 de agosto. También habrá teatro, en el Juego de Pelota, el día 17 de agosto y se celebrará un ciclo de cine de Lorenzo Soler y Anna Soler.
Desde la asociación Amigos de Calatañazor se declaran responsables de que miles de visitantes puedan disfrutar de un recorrido por las calles de la “villa” atemporal, de que puedan contemplar los paisajes desde el castillo, del sosiego que se disfruta en los alojamientos o de la gastronomía y productos típicos de la tierra. A pesar de que Calatañazor ya no sea un pueblo fantasma, aquel que muy pocos situaban en el mapa, el esfuerzo de la organización es aún esencial para incrementar la actividad divulgativa y conservadora de los valores de Calatañazor.