Muerte de La Barrosa entre nieve en Abejar
Los dos barroseros, Carlos Arroyo y Jorge Gómez, terminaron el rito brindando por la continuidad de esta tradición, que algunos consideran que debería tener su celebración coincidiendo con el fin de semana.
Los dos barroseros, el quinto Carlos Arroyo y el joven ya experimentado Jorge Gómez, bebieron el vino, símbolo de la sangre de La Barrosa, tras empaparse bien con el caldo, y dar las vueltas reglamentarias al salón municipal, primero a pie, y luego tumbados en los tapiales preparados para la ocasión, y portados por seis jóvenes. Ambos bailaron el pasodoble con sus respectivas madres ante la mirada atenta del público. Y antes de cenar, sometieron a los presentes en el salón, escoba en mano, a agacharse en el baile acostumbrado por esta fecha.
Un año mas, y durante estas últimas fechas, ya se han registrado movimientos para someter a votación entre los vecinos un posible traslado de la fiesta de La Barrosa al fin de semana.
Los actos del programa arrancaron con el tradicional Domingo Gordo. La fiesta se celebró con el artilugio que hizo de Barrosa del año anterior, y contó con desfile por las calles y degustación de torreznos y chorizo, a partir de las siete de la tarde, tras el Sábado Terrible, en una celebración ya habitual para los jóvenes.