Un nuevo verano pendientes del fuego en los montes de Castilla y León
Como cada año, los meses de verano se convierten en épocas de descanso, de fiestas en nuestras localidades, de viajes y, tristemente, también son meses de incendios a lo largo de toda la Península Ibérica. En los últimos años hemos visto cómo estos grandes incendios nos tocaban más de cerca con importantes áreas calcinadas en Castilla y León. En nuestra memoria quedaron los del año 2022 con una destacable parte de las provincias de Zamora y Ávila asoladas por el fugo. Un verano de 2022 en el que por desgracia también ardió parte de nuestra comarca quemada en el denominado incendio del Arlanza. Casi dos años después de aquel suceso analizamos lo que ha supuesto para el territorio, los cambios que desde la Junta de Castilla y León se están dando en la prevención y extinción de incendios, así como lo que se puede esperar de la campaña de uno de los años más lluviosos de las últimas décadas.
Es precisamente la lluvia y la humedad un arma de doble filo en esto de los incendios. A priori, las semanas posteriores a las lluvias hacen que sea más complicado que se produzcan incendios por la humedad que guarda aún el terreno. No obstante, el agua primaveral hace que la vegetación esté más poblada y “si tenemos dos o tres semanas secas se convertirá en una situación peligrosa” nos comentaba José Antonio Lucas, Jefe de Servicio Territorial de Medio Ambiente de la JCyL en Soria.
Precisamente Lucas explicaba que una de las materias en las que la junta está haciendo hincapié durante estos últimos años es la prevención y la realización de trabajos fuera de campaña; “Seguimos ampliando los meses de trabajo de los retenes, sobre todo en preventivos fuera de campaña”, declaraba el responsable de Medio Ambiente en Soria. José Antonio también nos confirmaba que este verano no volverá la avioneta de extinción de incendios que antaño se situaba en El Amogable.
Para próximas campañas nos explica que se está realizando una transición para que haya personal en las torretas de vigilancia durante todo el año. Se está intentando desde la JCyL que sea realidad para el año 2025. Mientras tanto, este verano habrá vigilantes en las puestos de vigilancia entre el 12 de junio y el 12 de octubre, periodo en el que se prolonga el operativo anti incendios.
A lo largo del estío se movilizarán un total de 4.720 profesionales en Castilla y León para la lucha y prevención de incendios. Además, el jefe de Medio Ambiente de Soria nos enfatiza que quiere dar las gracias por la colaboración (cuando es necesaria) de muchos agricultores que no dudan en poner sus tractores para ayudar a sofocar incendios; existiendo una gran colaboración que "no ocurre en otras provincias" motivada por la gran relación de los sorianos con la naturaleza que hacen que lo sientan "como algo suyo".
BOMBEROS VOLUNTARIOS
Otros de los responsables de que todo vaya bien en los bosques durante el verano son los bomberos voluntarios. Éstos dependen de cada diputación y las labores las realizan de forma altruista. La teoría dice que estos cuerpos no profesionalizados actúan prestando ayuda a las labores de los bomberos. No obstante, la cercanía hace que sean muchas veces ellos quienes lleguen en primera instancia al incendio.
Un ejemplo de estos voluntarios está en Quintanar de la Sierra donde Alberto González, uno de los ocho componentes, nos comenta que este 2024 afrontan un verano más en el que hasta ahora no han tenido que atender nada grave, aunque eso sí, están preocupados por las previsiones de calor para estos meses.
En caso de que afortunadamente no haya que lamentar muchos incendios durante estos meses, su labor se reducirá a supervisar las distintas barbacoas festivas de los pueblos. Alberto González, sin embargo, cree que los fuegos se originarán en otras circunstancias. "La gente de aquí está muy concienciada con el monte y sabe cómo responder para apagar el fuego en los primeros segundos". Y lo cierto es que la concienciación de los habitantes no deja de ser una de las explicaciones a la 'suerte' de que hasta ahora una zona forestal tan grande como Pinares se esté salvando de incendios graves.
En nuestra comarca tenemos los 'parques' de bomberos voluntarios de Salas, Quintanar y Huerta de Rey. Los tres en la provincia burgalesa mientras que en Soria el más cercano es el de El Burgo de Osma. Además, está en construcción las instalaciones de San Leonardo de Yagüe que se esperan finalizar antes de que acabe el año. Mientras tanto, los voluntarios sorianos realizan pequeñas labores turnándose entre los distintos municipios. El resto del año su labor no es menor, rescatando a personas que queden atrapadas en el monte o sofocando incendios en viviendas provocados mayoritariamente por la escasa limpieza en las chimeneas.
NUEVA WEB Y NUEVOS VEHÍCULOS
Dentro de lo que son las mejoras que se han implantado en esta campaña de verano destacan dos novedades: la dotación de nuevos vehículos para la extinción y la creación de una nueva web (servicios.jcyl.es/incyl) en la que se informa en tiempo real de la evolución de cada incendio que se produce en Castilla y León, evitando así depender de comunicados de prensa que puedan retrasar su labor.
En lo que se refiere al nuevo equipamiento, la JCyL ha adquirido 27 vehículos estilo pick-up 4x4 invirtiendo cerca de 1,3 millones de euros. A estos vehículos se suma la contratación de más personal, los 22 helicópteros, un avión así como la renovación de las autobombas utilizadas.
PROHIBIDO Y PERMITIDO
Los datos dicen que menos de un 10% de los incendios tengan como orígenes las causas naturales -mayoritariamente rayos- es por ello que para prevenir descuidos cada temporada veraniega se prohíben y recomiendan una serie de medidas.
Este año no hay cambios importantes en la legislación y además de las actividades que están prohibidas durante todo el año como la quema de rastrojos o el lanzamiento de cohetes, no estará permitido el transporte de materiales inflamables, el uso del fuego en apicultura o la realización de barbacoas. Todo ello siempre y cuándo no se esté a más de 400 metros de distancia del monte, existiendo, además, múltiples excepciones.
2 AÑOS DEL INCENDIO ARLANZA
El próximo día 24 de julio se cumplirán dos años del fatídico incendio del Arlanza. En total fueron unas 2.200 hectáreas las que asoló el fuego a lo largo de los dos días en los que estuvo activo, dejando un 11,5% del Parque Natural 'Sabinares del Arlanza - La Yecla' teñido de negro.
Pese a originarse en los terrenos del municipio de Tejada, la peor parte de las llamas se las llevaron las poblaciones de Santo Domingo de Silos y Santibáñez del Val. Fue en esta localidad enclavada en el Parque Natural la que más cerca estuvo de ser pasto de las llamas, quedando calcinados más de una decena de inmuebles, circunscribiéndose los daños, afortunadamente, a pérdidas naturales y materiales.
La colaboración de los agricultores, profesionales, vecinos y alcaldes fue esencial para que el fuego no se expandiese aún más. De hecho, una de las pocas cosas 'positivas' que se pueden destacar del incendio del Arlanza es la gran colaboración que sigue existiendo entre los ayuntamientos y distintas asociaciones. Es tanto así que la alcaldesa de Santibáñez del Val, Ana María García, comentó en nuestros micrófonos este pasado mes de abril que desde lo ocurrido todos ellos "son pueblos hermanos", agradeciendo también a Covarrubias la implicación que ha tenido desde entonces pese a no estar directamente implicados en el incendio. La regidora añadió que "en menos de un año vamos a ver florecer todo este trabajo que se lleva realizando desde que pasó el incendio".
Las primeras iniciativas ya han dado sus frutos y gracias a la presión realizada han conseguido obtener un total de 3 millones de euros en ayudas para las edificaciones afectadas por el fuego. En total cada vivienda (no abandonada antes del incendio) se ha podido beneficiar de 145.000 € de subvenciones directas. Además, durante esta primavera se ha celebrado la primera feria 'ecoSabinares Arlanza' con gran éxito de público, atrayendo a vecinos y personas importantes del mundo forestal.
Paralelamente se están llevando a cabo proyectos de utilización de la madera quemada en el incendio y su reconversión en biomasa. Además, las primeras reforestaciones de árboles ya han comenzado; de forma simbólica lo hicieron con la enebrada de Silos, aunque el grueso de plantaciones en suelo público aún deberá esperar. En el plano legal, la culpabilidad de aquel incendio ha quedado desierta tras ser sobreseída por el Juzgado de Lerma al no tener los "indicios suficientes" para probar las conductas ilícitas que pudieron ocasionar el incendio. Es por ello que la única causa que queda pendiente es la del ex-alcalde de Hacinas, Jose Ángel de Juan, por su negativa al desalojo de los vecinos. Responderá ante la justicia en enero de 2025.