Las previsiones de la Confederación es que la presa pueda comenzar a embalsar agua a mediados de 2018

Los pueblos de la cuenca alta del Arlanza esperan la financiación para la depuración del cauce

En portada, el Arlanza crecido por Fuente Sanza. En interior, imagen de Palacios de la Sierra en la inundación de 2016.

Ayuntamientos y vecinos confían en que desde la Confederación Hidrográfica del  Duero se cumpla con el compromiso de poder transformar la 'cola del pantano' de Castrovido en un enclave con posibilidades de atracción turística.

Las obras de construcción de la presa de Castrovido finalizarán en 2018, con el recibimiento de la presa del caudal del río  Arlanza.  La inclusión de los 27,3 millones de euros en los Presupuestos  Generales del Estado para este ejercicio ha dado el necesario empujón para poder finalizar una actuación que lleva iniciada varios años, que  ha atravesado un periodo de vicisitudes y recortes, y que terminará con un presupuesto global que ronda los 220 millones de euros.
Junto a la evolución de las intervenciones, se recuerda una de las grandes necesidades en su puesta en marcha como es el sistema de depuración de la cuenca  alta del río Arlanza desde su nacimiento en Fuente Sanza.  El alcalde de Canicosa de la Sierra y diputado provincial, Ramiro Ibáñez, insiste en que se han de construir las depuradoras de Regumiel, Canicosa, Vilvestre y Palacios de la Sierra, y la puesta a punto, que ahora está obsoleta, de la de Quintanar.
Para Ibáñez, se ha de determinar el “uso turístico de la cola del pantano”. Áreas recreativas, embarcadero,  servicio de bar y/o restaurante y adecuación de alojamientos pueden ser alternativas que se  hagan viables en lo que, a juicio de Ibáñez, será el principal aprovechamiento de la gran obra.
Durante este año , está previsto rematar el cuerpo de presa, levantando el bloque hasta la coronación, lo que supone un volumen de 30.000 m3 de hormigón. asimismo, se terminará el hormigonado del cuenco amortiguador y se realizarán simultáneamente otras unidades, como la pantalla de impermeabilización y de drenaje de la presa, la colocación de equipos electromecánicos (compuertas, conducciones, válvulas, ...), de manera que se podrá cerrar el desvío del río hacia mediados de 2018, momento en que la presa comenzará a embalsar, segúun informan desde la Confederación Hidrográfica del Duero.
Con la terminación de la presa de Castrovido se conseguirán los objetivos para los que fue proyectada como evitar inundaciones periódicas en las poblaciones aguas abajo, consolidar 6.000 hectáreas de regadío, fijar una dotación de 3 hm3/año para abastecimiento de poblaciones, mantener un caudal ecológico de al menos 1 m3/s, producción de energía hidroeléctrica y habilitar zonas del embalse para usos recreativos, gracias a la lámina de agua permanente en la cola del embalse.
El alcalde de Covarrubias, Oscar Izcara, recuerda que con la presa no se tendrán que sufrir inundaciones como las que se vivieron la última vez, en febrero y marzo de 2016. Recela el primer edil sobre qué ocurrirá en situaciones de sequía, y cómo se tendrá que regular el cauce para que no falte agua en el riego. Izcara considera que el funcionamiento de la presa  va a ser positiva para el conjunto de los pueblos de aguas abajo, pero que se verá ralentizado dos años después de finalizar la construcción “hasta que la presa no se llene bien”.