miércoles. 27.11.2024
El concurso de repostería se ha vuelto indispensable en estas jornadas
El concurso de repostería se ha vuelto indispensable en estas jornadas

Los vecinos de localidad de Salduero celebran cada 30 de noviembre la fiesta de San Andrés. Pero no lo hacen por devoción al apóstol sino que se recuerda a otra persona con la que comparte nombre: José Andrés Carrascosa, quien fuera natural de Salduero y que tras su muerte quiso donar al pueblo la fortuna que hizo en América.

El programa realizado por el Ayuntamiento y la asociación juvenil para este año comienza el día 30 de noviembre con la misa en memoria a José A. Carrascosa y su mujer en la iglesia de San Juan a las cinco de la tarde. Ya el día 2 de diciembre comenzará a las 18 h. un concurso de repostería para los más cocinillas. A las 20 h. el grupo de teatro 'Ñapas' realizará una representación teatral.


INDIANO DE SALDUERO

'Indiano' es la denominación que se dio a las personas que emigraron desde España hasta los nuevos países sudamericanos a mediados y finales del siglo XIX. Allí, algunos de los emigrados, conseguían hacer fortuna y en sus últimos años de vida acostumbraban a regresar a su tierra natal.  En su vuelta a casa era común que construyesen palacios y edificios con la intención doble de 'devolver' el cariño al pueblo que les vio nacer y de hacer ver a sus vecinos el poder que habían conseguido en América.

La mayor parte de ejemplos de indianos se encuentran en la costa de Galicia, Asturias y Canarias, debido al fácil acceso a los barcos que zarpaban hacia los países Americanos. Sin embargo, hubo personas de todo el territorio español que se aventuraron a "hacer las américas", como es el caso del nacido en Salduero, José Andrés Carrascosa de la Cuesta.

Este vecino de la localidad pinariega partió con tan solo 14 años hasta América. Allí se dedicó al comercio en México y en California. Consiguió hacer fortuna y en su vejez regresó a España, concretamente a Sevilla. Tras su muerte allá por el año 1894 donó su fortuna a Salduero. Gracias a ello en su pueblo natal se construyó una escuela y se pagó el sueldo del maestro durante años. La única condición que puso a su herencia es la celebración de una misa por su alma y la de su mujer cada 30 de noviembre.

Salduero vuelve a homenajear a su indiano José Andrés Carrascosa