“¡Sei attenti! ¡Tutti pronti”…
El próximo año se cumple el 50 aniversario de filme, una de las mejores películas de todos los tiempos. La Asociación Sad Hill, creada en el año 2013 tiene como objetivo recuperar los escenarios cinematográficos rodados en el Valle del Arlanza burgalés. Hemos comenzado la reconstrucción del cementerio de Sad Hill. Para estas navidades se ha creado una sección de Western en el Ciclo de Cortometrajes de Salas de los Infantes. El año que viene, tendremos charlas, cursos y exposiciones. Hemos proyectado una muestra fotográfica sobre el rodaje y atrezzo que iremos rotando por Salas, Covarrubias, Silos y Contreras, explicó Diego Montero, uno de los miembros de la Asociación.
El rodaje de tan importante film no estuvo exento de dificultades y de anécdotas curiosas. Pérez Giner, jefe de producción del Valle de las Espadas, rodada cuatro años antes en el Valle del Arlanza, le recomendó a Leone este paraje por su parecido con Nuevo México. Muchos no saben que la escena de la Misión de San Antonio se rueda dentro de las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza en Hortiguela. El fraile con el que habla Tuco en el pasillo era José Molero, el acomodador del Casino de Salas. En la escena del campo de concentración de Betterville Leone incluye una banda de músicos de verdad llegados de Salas, Arauzo de Miel y Covaleda. Eran los extras mejor pagados, 2000 pesetas diarias. La escena de la batalla del Puente de Lansgtone contó con más de 1500 extras cuyo grueso lo formaban militares del Acuartelamiento de San Marcial en Burgos.
¡Sei Attenti!!Tutti Pronti!... motor. El próximo año se cumplen 50 años del rodaje del bueno, el feo y el malo en el Valle del Arlanza. Clint Eastwood, Elli Wallach y Lee Van Cleef volverán a cabalgar juntos por los mágicos parajes que dieron vida y honor a una de las mejores películas de todos los tiempos. Resurgirán de sus cenizas la Misión de San Antonio, el campo de concentración de Betterville, la batalla del puente de Langstone y el Cementerio de Sad Hill. Imágenes, sensaciones, conversaciones recuerdos de rodaje, amistades… todo volverá a la vida, porque el filme de Leone es inmortal, al menos en el Valle del Arlanza que guarda con celo las almas de todos aquellos que lo hicieron posible.