Silos regresa al pasado con la fiesta de Los Jefes
Los días 28 y 29, la histórica población recrea la edición 18 de un completo programa que recoge la leyenda de la defensa local contra la invasión musulmana a traves de la simulación de un incendio. La atleta cántabra Ruth Beitia será la encargada en la jornada del sábado de pregonar la denominada 'Fiesta de Los Jefes'.
Santo Domingo de Silos cuenta con una serie de recursos patrimoniales e históricos que le posicionan como uno de los núcleos de mayor atractivo entre la Ribera y Pinares. A aquellas posibilidades de una visita a lo largo del año se suma la singularidad de la Fiesta de los Jefes, que este año cumplirá su edición número 18, y con un completo programa que se acaba de confirmar durante estas semanas.
“En esos días ya no cabe más gente en Silos”,comenta el alcalde, Emetero Martín, para quien el programa de la fiesta mantiene ese atractivo con el que comenzó, alcanzando cada año más repercusión. La persona que hace de pregonera tiene también una proyección a nivel social, a ello se suma también la elección de los Jefes.
La fiesta nace de una leyenda que nos remonta a la época de la invasión musulmana de la península, y cuando el ejercito puso sitio a la villa de Santo Domingo de Silos. Ante la desigualdad de las fuerzas encontradas, un vecino ideó una estrategia singular: simulando un incendio, y con él la destrucción de cuantos bienes hubiera en el pueblo, el enemigo daría por inútil cualquier intento de asedio. Sobre la leyenda se superponen diversas tradiciones que descansan en la fiesta.
SORTEO DE CARGOS.
Ya sin terminar las Navidades, en la tarde del 6 de enero, se procede al sorteo de los cargos de Capitán, Cuchillón y Abanderado entre los varones casados del pueblo.
En la mañana del último sábado del mes de enero, este año el día 28, el pueblo se reúne en la plaza. Conducidos por el aire marcial del tambor, se procede a recoger al Cuchillón, al Abanderado y finalmente al Sargento. Lectura de pregón y reunión vecinal. A primeras horas de la tarde se celebra la Corrida de Gallos o Las Crestas, y la prueba ecuestre de La Carrera de San Antón. Por la noche, Silos en llamas.
El domingo, el 29, está consagrado casi por completo a las Benditas Ánimas. Por la mañana, misa dedicada a todos los silenses difuntos. El luto de los jefes, las letanías acompañadas por el grave resonar del tambor, la austeridad de la procesión y el recogimiento general de la ceremonia conforman la antesala de lo que será el último de los rituales de la fiesta.