"La verdad es que Cristina y yo hemos trabajado muy a gusto para lograr un acuerdo en el que ganamos todos"
Ante la firma inminente del convenio, ya se puede decir que el Museo Carlo Simi-Sad Hill es una realidad. Un proyecto cultural, cinematográfico y turístico que ha adquirido una relevancia significativa que trasciende su propósito original. Su crecimiento de alto valor patrimonial y cultural, refleja la importancia de mantener vivas identidades colectivas, preservar la memoria histórica, y convertirse en un referente simbólico para toda una comarca. Y todo gracias al intenso trabajo que han desarrollado los miembros de la Asociación Cultural Carlo Simi (Proyecto Sad Hill) y el Ayuntamiento de Covarrubias. Dos de sus grandes protagonistas han sido los abogados Guillermo Barral en representación de Giuditta Simi y la asociación y Cristina García como letrada de la corporación municipal.
“Es un convenio muy completo, muy desarrollado, que marca muy bien las directrices por las que tiene que discurrir el desarrollo del museo y que beneficia a todas las partes generando así menos ambigüedad. En Cristina ha encontrado a una gran compañera que ha sido capaz de superar los problemas para llegar a acuerdos en beneficio de todas las partes. Creo que los dos hemos estado muy a gusto porque llegamos a un acuerdo en el ganamos todos y cada parte consigue en esencia lo que perseguía en el acuerdo", comenta.
Guillermo Barral es actualmente el tesorero de la Asociación Cultural Carlo-Simi (Proyecto Sad Hill). También va a ser el asesor jurídico de la misma y el delegado de todo lo que tiene que ver con la protección de datos. “Como amante del western y del cine de Leone y de Simi desde que era niño es un sueño conseguido haber podido formar parte del nacimiento de este proyecto que se inició con la reconstrucción de Sad Hill en el cual actualmente tengo una participación muy activa y que sin duda es la guinda del pastel a todos estos años de recorrido.
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