En el Vía Crucis viviente de Covarrubias el público también forma parte de la procesión
El Centro de Iniciativas Turísticas de Covarrubias (CIT), organiza las procesiones de la Semana Santa en la villa rachela. Una de ellas, la que más expectación levanta, más aún este año, es la Pasión Viviente, declarada desde febrero como Fiesta de Interés Turístico Regional. El presidente del CIT de Covarrubias, Joaquín Serna, trasladaba que este evento es único porque en él “el público también forma parte de la procesión”. El acto, comienzo el Viernes Santo al caer la noche, alrededor de las 21.00. Desde la iglesia, salen en procesión la imaginería, con el cura, los capirotes y varias cruces y detrás de ellos, el público, parte esencial el acto. Todos ellos, recorren los rincones más emblemáticos del pueblo donde están situadas 11 pasos, a los que se suman los tres que se hacen en el interior de la Colegiata.
Durante todo el tiempo que dura la procesión, los actores de los diferentes pasos permanecen inertes, y Serna indica, que “cuanto más público hay, más dura la Pasión, y más tiempo permanecen inertes”. Los diferentes imágenes son: la Última Cena, la aparición del ángel, la coronación con las espinas, el ahorcamiento de Judas, Pilatos lavándose las manos, las tres caídas de la Cruz, la colocación de los clavos, el ascenso de la Cruz y la más emblemática, la Crucifixión en la Isla, a las orillas del río. En la Colegiata, tienen lugar las otras tres que concluyen con el Descendimiento de Jesús y su posterior colocación en el Santo Sepulcro acompañado por la Dolorosa.
Otra de las procesiones organizadas por el CIT es la del Encuentro, que tiene lugar el Domingo de Resurrección. Aquí, las mujeres van detrás de la Virgen y los hombres detrás de Jesús. Cuando se encuentran en la plaza del Obispo Peña, las ropas de luto María se cambian por unas de color azul. Otra procesión tradicional es la de la Borriquilla el Domingo de Ramos, donde los niños suelen ser protagonistas con sus ramos