Vinuesa vive la fiesta de San Blas con los tradicionales y reconocidos roscos
El día 3 de febrero se festeja San Blas, una de las fiestas de invierno más reconocidas en la comarca pinariega. En el caso de Vinuesa, este día pone el broche final en los diferentes fines de semana que las cofradías han homenajeado a sus patrones.
De esta forma, el día de San Blas, como decimos fiesta reconocida en la localidad, comienza la celebración eucarística a las 12:30h en la que, además de honrar al patrón, se lleva a cabo la bendición de roscos.
Son los cofrades de San Blas los que se reúnen tras la ceremonia eucarística para degustar la limonada y los roscos en uno de los locales de la población. Este año, los que mantienen el honor de ser mayordomos durante un año son Alberto Alcázar y Luis Escribano, que tomaron posesión el pasado domingo tras un cabildo celebrado en el que los hermanos se reúnen para pagar la cuota anual.
Se trata de una cofradía que, a diferencia de lo que ocurre en otras localidades cercanas, va creciendo poco a poco, generando interés por la gente más joven, algo imprescindible para asegurar el relevo generacional.
"Actualmente somos unos 90, con la incorporación de cuatro o cinco miembros más" nos comentaba el mayordomo Alberto Alcázar. Y, aunque el día reconocido como festivo es el de San Blas, la mayor fiesta la llevan a cabo en San Antón, reuniéndose también durante el año, el primer sábado de agosto en una comida de hermandad en la Ermita de la localidad.
Y es que, la fiesta de San Blas en la localidad visontina es reconocida por sus tradicionales roscos, un postre exclusivo en esta festividad, que cada vez tiene más calado en los pueblos vecinos e incluso en la capital soriana. Un bizcocho aparentemente simple en cuanto a ingredientes, pero que gana los paladares de todo aquel que lo degusta. El encuentro sirve para poner al día a la Cofradía, y que concluye con una verbena en el salón del ayuntamiento.