viernes. 22.11.2024

Lo de hacer el agosto, no, no, no

Los servicios disponibles en la comarca pinariega,  y orientados a los visitantes y gentes que nos visitan durante estos meses, no han sido nunca un “auténtico negocio”, pero hubo unos años que permitían obtener un destacado margen de ganancias con el que se vivía de forma más holgada durante el resto del año.

Lo atestiguan quienes han regentado durante años bares, restaurantes y otras dependencias orientadas al turismo.  Gentes que ahora están sufriendo la reducción de visitantes, ganancias y expectativas.

El tema se ha complicado durante los últimos años. Empezó cambiando el mes de julio. Primero se decía que en la primera quincena no se animaba. Luego que hasta el puente de Santiago, y ahora que “únicamente se nos anima un poco los fines de semana”.

La erosión crisis-menos visitas está socavando también el sólido mes de agosto. Que si la gente gasta menos, que si no sale a cenar, que si come de bocadillo, que si se meten 20 en una casa familiar…Todo está contribuyendo a extender una aureola de pesimismo en estos tiempos difíciles.

En la parte positiva de  la balanza está la clara convicción de que la zona en la que vivimos cada vez es más conocida, tiene más valores en positivo de cara al resto por su buena conservación e infinitas posibilidades  y cuenta con un servicio más orientado a las demandas de los turistas.

Si el verano ha dejado de ser el tiempo del turismo por excelencia a lo largo del año, estamos conociendo un otoño más bondadoso  por el interés que despiertan la micología y la caza, y los bellos paisajes con tonalidades encantadoras en bosques de La Demanda, Urbión y Cebollera.  Es un tiempo en el que el urbanita todavía no dispone de nieve en las pistas de esquí y la playa tiene agotada la temporada.

Aprovechar los recursos disponibles en verano se antoja como la mejor propuesta para que no decaigan los atractivos en Pinares.  Se duerme bien, e incluso con manta; nos reencontramos  con los nuestros en bares y terrazas; tenemos una amplia oferta de piscinas y de ríos y pantanos naturales para darnos un chapuzón; y disfrutamos de las muchas actividades que nos ofertan asociaciones culturales y ayuntamientos a lo largo de estas semanas.

A lo que ya ofertamos y promocionamos se hace necesario incrementar con una continuada mejora del servicio en alojamientos y restauración,  señalización de parajes y enclaves de interés en la comarca, unión de la oferta y creación de paquetes, mayor promoción y, algo muy destacable, creer en lo que estamos haciendo y tener claro hacia donde tenemos que orientarnos para no sólo querer hacer el agosto, si no hacer también el enero, febrero, marzo o abril, que siguen siendo asignaturas pendientes.

Lo de hacer el agosto, no, no, no