Ante esta lamentable situación, me permito exponer uno de mis puntos de vista para intentar volver la añorada y perdida vida a nuestros pueblos.
Sabido es, que en la década de 1.960, la proyección del Gobierno con su Plan de Desarrollo y a través del INI., centró el 80% de su inversión en Cataluña (incluido Seat), País Vasco y Madrid. Obligaron a emigrar a estos lugares a extremeños, andaluces y castellanos. El resto, quedó en el pueblo produciendo artículos de primera necesidad y sin medios, ni orientación para transformarlos y comercializarlos.
Es evidente que la política de Franco no fue acertada. Además de discriminatoria, ha creado problemas de masificación humana, contaminación y calidad de vida insana en las grandes urbes. Por tanto, procede, urgentemente, revertir aquella orientación política y establecer el necesario equilibrio.
Los parches y las ayudas puntuales a modo se limosna, no es el camino. La gente se instala donde hay riqueza y vida. Es por ello que, las futuras industrias y demás fuentes de riqueza, deben instalarse, a partir de ya, únicamente en el mundo rural. Que los funcionarios, residan obligatoriamente allí donde prestan su servicio público. Que se promulguen medidas políticas de alcance y visión de futuro, para restaurar los miles y miles de casas solariegas existentes en todos y cada uno de los pueblos de España, etc. etc. Y, pegas las justas. Sabemos que el avance tecnológico actual, ya permite que muchos estudios de profesionales, los dedicados a la investigación, centros de distribución de mercancías y otros movimientos comerciales vía Internet, pueden desarrollarse desde cualquier puto alejado de la gran ciudad.
De no ser así y vista la insolidaridad de las “autonomías” de primera; propongo constituirnos en comarcas naturales e independientes, con puestos aduaneros incluido, para cobrar a aquellos turistas, cazadores, seteros o a los que simplemente vengan a respirar nuestro oxígeno puro; de igual manera que los de pueblo pagamos por aparcar, por estudiar nuestros hijos, por acudir al médico especialista o por asistir a actos culturales, etc.. ¡Basta ya!. Solo somos iguales ante la ley para pagar impuestos que, para más Inri, luego se invierten en circunvalaciones y obras faraónicas en beneficio de unos pocos.