I have a dream, por Germán Martínez Rica
Soñar siempre ha sido el camino más alejado de la realidad y el más cercano a la felicidad.
Todos tenemos sueños. Algunos conseguimos mantenerlos en el tiempo y luchamos contra la tempestad de la vida, sorteando la fuerza de sus olas que nos golpean el alma haciéndonos daño. A veces tanto, que aparcamos esas ilusiones que nos permiten respirar y vivir y cedemos a la rutina y el desconsuelo. I have a dream. Martín Luther King pronunció esta inspiradora frase en el discurso que ofreció el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln. Fue durante la marcha en Washington por el trabajo y la libertad, en un momento de fuerte lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos. Luther King tenía un sueño, simplemente que todos los hombres fueran iguales. Y de ese sueño surgieron otros. Y con ellos una lucha por la igualdad, batalla que todavía continua en nuestros días. Walt Disney dijo en una ocasión que todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. Y Alberto Carlos lo vio claro: su sueño era vivir en Escocia y dar a conocer al mundo su belleza y singularidad. Conocí a Alberto hace ya algunos años en Covaleda, uno de los pueblos más bonitos de Castilla y León y por ende de España. Su carácter directo y su honestidad hicieron que conectáramos rápido. El café se alargó en el tiempo y nuestros sueños se mezclaron. Alberto lo dejaba todo para perseguir ese sueño llamado Escocia. Y allí se presentó. El inglés fue una barrera complicada al principio. Todo era nuevo. El país, la ciudad, la comida, la gente, la forma de vivir y también la soledad de las primeras semanas. Aun así, Alberto luchó por vivir con intensidad lo que Edimburgo podía ofrecerle y poco a poco fue configurando su sueño. En su mente, una idea clara y concisa: mostrar Escocia al mundo desde su humilde pero sincero y pasional punto de vista. Yo llegué unos meses después. Su idea empresarial y su amistad llevaron mi barco hasta allí en un mar de aguas turbulentas. Todavía recuerdo aquel invierno, aquel frío diferente y húmedo que atacaba tus huesos haciéndolos temblar. Aquellas tardes interminables de posada junto al calor de la música escocesa. Aquel trabajo incesante, incansable, creando un sueño compartido, la agencia de Turismo Scotlantrips. Y así tras la tempestad llegó la calma y los meses trajeron triunfos nuevos, batallas ganadas. Hoy Alberto por fin mira al sol cara y cara y le sonríe. Y yo quiero que esté artículo sirva de homenaje no sólo a un amigo, sino también a un vecino ejemplar de Covaleda que persiguió un sueño y lo consiguió. Porque todos tenemos sueños. Pero para hacerlos realidad se necesita una gran cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo (Jesse Owens)
Si quieres compartir su sueño visita www.scotlandtrips.international Escocia te atrapará.